Directora del Instituto Cervantes

Carmen Caffarel: ‘He tenido alguna zancadilla sutil en mi profesión por el hecho de ser mujer’

Carmen Caffarel.
La directora del Instituto Cervantes impartirá una ponencia en el centro cultural de Caixa Galicia, dentro del ciclo ‘Mujeres del siglo XXI’ de la Asociación de empresarias.
Carmen Caffarel define su paso por RTVE, corporación que dirigió entre enero de 1997 y abril de 2004, como una experiencia muy positiva. ‘En los últimos cuatro años se ha convertido en una televisión pública y de los ciudadanos, un ejemplo de pluralidad en información y contenidos, y ha dejado de ser gubernamental -su presidente lo elige el Parlamento-’, afirmó.
¿Cuál será su aportación al ciclo ‘Mujeres del siglo XXI’? Voy a impartir una conferencia en la que realizaré un recorrido vital por mi trayectoria profesional en el ámbito público, desde la Universidad a RTVE y al Instituto Cervantes, desde mi perspectiva como mujer que he llegado a cargos de cierto nivel.

Es la tercera mujer que ha accedido al cargo de directora de RTVE y la primera del Instituto Cervantes. ¿Qué suponen estos cargos para usted? Primero satisfacción y orgullo, porque, efectivamente, he sido la tercera directora de RTVE, donde mis antecesoras, Pilar Miró y Mónica Ridruejo, lo tuvieron muy complicado, y pionera en el Instituto Cervantes. Las mujeres estamos demostrando que somos tan capaces o válidas como los hombres en la vida profesional. He tenido alguna zancadilla sutil por el hecho de ser mujer. Así, en 1994, siendo vicedecana o vicerrectora, no recuerdo, partimos un grupo (todos eran hombres menos yo que era la jefa de la delegación), hacia la Unión Soviética para firmar convenios con instituciones en diferentes ciudades y los responsables de las mismas nunca se dirigían a mí. No obstante, he tenido mucha suerte de haberme movido en el ámbito de la universidad, donde no hay tanta discriminación como en otros trabajos. En el ámbito personal, supone la superación del reto de la conciliación entre lo privado y lo público.

¿Cómo se debe interpretar el peso actual que las mujeres tienen en el Gobierno español? Se debe asumir en términos de normalidad y juzgar su trabajo en función de los resultados, porque las mujeres representan la mitad de la población mundial y el nivel de responsabilidad exige también esta normalidad. Es, por lo tanto, una variable ejemplarizadora, porque, a veces, es necesario hacer pedagogía.

En este sentido, ¿que le diría a Berlusconi, quien ha cuestionado la presencia de tantas mujeres en el Gobierno de Zapatero? Que sus declaraciones están fuera de lugar, sobre todo viniendo de una persona que se presenta a un cargo. Es preocupante, porque no deja de ser un dirigente político.

¿Como directora del Instituto Cervantes, cree que hay una forma diferente de gestionar según el género? A igualdad de capacidad, sí, porque nosotras escuchamos más y hablamos en plural, los éxitos son colectivos, mientras que los hombres hablan en singular.

¿Qué objetivos inmediatos se ha planteado al frente de este instituto? Esta es una institución joven -se creó en 1992-, que ha crecido mucho en poco tiempo. Por eso el objetivo más inmediato es consolidar su proyecto, tanto en cuanto a las plantillas y puestos de trabajo, como en la formación y contenidos, en una apuesta de expansión moderada, porque somos una institución pública muy solicitada por parte de los embajadores, que quieren tener un centro Cervantes en sus territorios. Estamos implantados en 49 países, con 70 centros en Asia, América, Europa y cuenca mediterránea de Africa (Marruecos y Túnez), y ahora abordaremos la expansión en África subsahariana. Otra línea que quiero explorar es potenciar las nuevas tecnologías: como no se puede llegar a todos los lugares, la Red es un buen vehículo para contactar con los jóvenes, ya que somos 22 países los que compartimos la misma lengua. El español es el segundo idioma de comunicación internacional y el más hablado (400 millones de personas) después del chino y el inglés. La demanda de matrículas en nuestro instituto va en aumento años tras año. Hay un interés por conocer la cultura hispana. Sólo en EE.UU. hay 40 millones de hispanos. Estamos en el buen camino por el oportunismo de la lengua.

Sin embargo, es un idioma diverso.

El léxico no es igual, pero hay un núcleo normativo derivado de la asociación de las academias de la lengua española que ha llevado a su normalización y entendimiento.

Y dentro de España, ¿qué pasa con los otros idiomas oficiales como el gallego? También se ofrecen en los centros del Instituto Cervantes, así como sus manifestaciones culturales. En nuestro centro de París, por ejemplo, ya se está ofertando el tercer nivel de gallego. El español es la lengua común. Yo soy catalana y el catalán forma parte de mi identidad y esto me enriquece personalmente y uso este idioma y el español indistintamente. No tengo ningún conflicto y esta institución promueve esta riqueza cultural y lingüística.

¿Qué pasará con la ñ? El instituto se ha hecho con el dominio de español.es y española.es, y reivindicamos la ñ como parte de nuestro logo. Es una letra muy española y hay un esfuerzo importante de la Real Academia para que no desaparezca.


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