Director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia

Manuel Toharia: ’Progreso y medioambiente no van unidos’

Manuel Toharia (Foto: Daniel Atanes).
El director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia, Manuel Toharia, impartió ayer en Ourense, dentro del ciclo ’Planeta amenazado’ organizado por Caixanova, la conferencia ’Cambio climático: mito o realidad’.
Usted sostiene que el tema del cambio climático se ha mitificado mucho. ¿Por qué? Considero que en esta cuestión hay mucho de realidad, pero sobre todo, mucho de mito por culpa de los medios de comunicación y de los ecologistas. La prensa o la gente no tiene por qué saber que clima y meteorología no es lo mismo. Es decir, el clima son las condiciones atmosféricas que se mantienen a lo largo de los años, el promedio estadístico que resulta, y los ciudadanos no tienen conciencia de los cambios que se producen en ese promedio a 50 años vista. Sin embargo, el tiempo o meteorología sí cambia a diario y solemos confundirlo con esto.

¿El ciudadano no tiene una visión real del problema y su preocupación es excesiva? Es un tema que preocupa al ciudadano, pero por mito y no por realidad. A la gente no le preocupa los millones de personas que mueren de hambre en el mundo o las bombas nucleares o el terrorismo. El cambio climático es una cuestión que me interesa pero no me asusta y es importante ser conscientes de lo que hacemos mal, para corregirlo.

Sin embargo, se dice que hoy llueve menos o hay más catástrofes atmosféricas por culpa del cambio climático.

Los datos registrados no dicen que hoy llueva menos que antes. Llueve más o menos lo mismo. Falta agua, pero no por culpa del cambio climático, sino porque se gasta más debido a que vivimos en un país del mundo del desarrollo. Hay un desperdicio de un bien escaso. Tampoco hay catástrofes climáticas, sino ciclones tropicales, que siempre ha habido. Puede ser que haya hoy más que antaño, pero no se puede predecir dónde. Puede cambiar la frecuencia o la distribución.

Pero sí es un hecho real.

Sí y es preocupante, pero no alarmante, es decir, el mundo no se hundirá mañana. Desde el punto de vista científico hay que investigar más. Siempre ha habido cambios climáticos. En el siglo XVII el río Támesis en Londres o la desembocadura del Ebro en España se helaba porque hacía más frío, pero ahora ya no. La subida de la temperatura tendrá una incidencia sobre la producción de los alimentos, los animales y la vegetación. Habrá regiones del planeta sobre las que sí incidirá, pero no nos quedaremos sin agua de golpe. Las temperaturas suben en promedio, pero seguirá habiendo unos años más fríos y otros más cálidos.

¿Cuál es el papel que deben jugar los políticos y los ciudadanos? A nuestra vida cotidiana el cambio climático no le va a afectar. No es una catástrofe que vaya a venir pasado mañana ni que vayamos a ver nosotros. Los políticos o los ciudadanos no van a dejar de utilizar el coche, por ejemplo. Si embargo, hay que concienciar sobre las cosas que se pueden hacer como reducir el consumo de combustibles fósiles y de agua y promover el uso de las energías renovables. Pero no es fácil encontrar una solución al impacto del desarrollo sobre el medio ambiente. Cómo se aborda esto ante países en desarrollo que no quieren oír hablar de reducir combustibles. Digámosle a China que no queme carbón y siga siendo pobre.

Entonces, ¿progreso y medioambiente no son compatibles? Eso es lo que quisieramos todos, tener cuotas elevadas de bienestar y que el medio ambiente siga como estaba. Pero la situación de ser países ricos sólo se mantiene si los países pobres siguen siendo pobres, porque en caso contrario el mundo sería inhabitable, por el agotamiento de los recursos. Por lo tanto, nunca dejará de haber pobres. Consiguientemente, con la lucha del cambio climático no se ayudará a los pobres a dejar de ser pobres.

¿Quiere decir que la lucha contra este fenómeno es imposible? Podemos aportar un granito de arena, pero luchar contra el cambio climático es imposible. Ahí está Estados Unidos, que es el que más puede hacer en este sentido y poco hace, o en un futuro próximo, China o India, a ver cómo se les pone freno. Pero hay que hacer cosas, somos ricos y despilfarramos y esto es inasumible en un mundo de pobres. Somos poco eficientes, hay que producir energía de manera ambientalmente viable. Son soluciones a imponer ya con sanciones a quien no lo haga. Pero esto no solucionará el problema.

¿Es, por lo tanto, un problema rentable desde el punto de vista político? Algunos políticos creen que sí, pero, por ejemplo, el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, que dejó la política, asusta y alarma sobre un tema que está siendo muy rentable para su bolsillo. Todos los políticos en España defienden actuaciones contra el cambio climático y no me parece mal. La solución pasa por reducir gastos.


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