CRIMEN EN LEÓN

La asesina de Carrasco afirma que la política “se jactaba de hacer el mal”

María Montserrat González Fernández y su hija Montserrat Triana Martínez González
photo_camera María Montserrat González Fernández y su hija Montserrat Triana Martínez González

En su declaración, la autora del crimen dice que le hizo la vida imposible durante tres años a su hija

La asesina confesa de Isabel Carrasco, Montserrat González, en su declaración ante la juez encargada del caso, acusó a la presidenta de la Diputación y del PP de León de jactarse de "hacer el mal" y tener "inquina" a su hija Montserrat Triana Martínez González, quien trabajó en la institución provincial como técnico de telecomunicaciones. Asimismo, consta en la declaración de González que la presidenta de la Diputación de León y del PP leonés "no podía admitir que alguien tan joven le hiciese sombra" además de que la asesina confesa asegura que Carrasco "se jactaba de hacer el mal a la gente y que por desgracia" su hija "se cruzó en su camino".

Montserrat González, que se negó a hacerse la prueba de residuos en la mano, reconoce que llegó a la situación que la llevó a disparar a Isabel Carrasco por "la desesperación, la injusticia con su hija generada por esta persona, que su hija actualmente no puede dormir ya que Isabel lleva haciendole la vida imposible desde hace mucho tiempo (unos tres años)".

Por su parte, Montserrat Triana Martínez González en su declaración explica que "ha sido tratada mal" por Isabel Carrasco, lo que tuvo en su persona y en su vida "consecuencias muy negativas, tales como depresión".

La hija de la autora confesa también relató en su declaración que Carrasco "pretendía tener un control muy exhaustivo de todo lo que sucedía en la Diputación" y que "hacía ver que había gastos en la Diputación por importes muy superiores a los que en realidad se producían".

Igualmente, narró que muchas personas le dieron la espalda "por miedo a las represalias que pudiera tomar Isabel Carrasco" lo que provocó en Montserrat Triana una situación de "desánimo y desazón lo que la llevó a caer en una depresión y en generar en su madre una angustia permanente".

Por último, la Policía Local Raquel Gago, explicó que había tomado el día de la muerte de Carrasco un café con su amiga por espacio de quince minutos en la casa de Montserrat Triana, tras lo que abandonaron el domicilio de la joven y se dirigió a la calle Lucas de Tuy donde aparcó su coche para ir a pié a una tienda de manualidades que estaba cerrada, por lo que dio la vuelta.

Regresó a esperar a su coche y tras hablar con un hombre llamado Julio llegó su amiga Montserrat Triana quien le dijo que si tenía el coche abierto, lo que no recuerda si era una pregunta o una afirmación, tras lo que vio como su amiga abría el vehículo e introducía algo. Se trata de la bolsa con la pistola con la que supuestamente fue disparada Isabel Carrasco y que la agente de Policía Local entregó en la Comisaría al día siguiente, cuando relata que la encontró al meter en su coche una bici.

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