Condenadas a 23 meses por estafa, no irán a prisión al no tener antecedentes

Campanario y su madre logran eludir la cárcel

María José Campanario sale de la audiencia provincial de Cádiz acompañada de su madre (Foto: Archivo)
La Audiencia Provincial de Cádiz condenó a María José Campanario y a su madre, Remedios Torres, a un año y once meses de cárcel cada una por diversos delitos relacionados con la operación Karlos, por una presunta estafa a la seguridad social.
María José Campanario y Remedios Torres fueron condenadas a una pena de un año y siete meses de prisión por un delito de falsedad en documento oficial, más 4 meses de prisión por un delito de estafa en grado de tentativa lo que suma un año y 11 meses de cárcel, además de una multa de 1.800 euros y 700 euros respectivamente. Para Carlos Carretero, principal cabecilla de la trama, el juez decretó cuatro años de prisión y una multa de 3.000 euros. El inspector médico, Francisco Casto Pérez-Lara, recibió la condena mayor, a 9 años y 6 meses de prisión y una multa de 9.000 euros.

Tanto la madre como la hija podrán eludir la cárcel al no tener ninguna antecedentes penales, aunque en el caso de que en dos años alguna de las dos volviese a cometer un delito, tendrían que cumplir la nueva condena más la de esta sentencia.

El juez considera probada la trama por la que el exjefe de la Policía Local de Ubrique, Carlos Carretero, tramitaba pensiones de invalidez de forma fraudulenta con la ayuda del inspector médico Francisco Casto Lara y de la que se habían beneficiado más de una veintena de personas.

Carretero se encargaba de contactar con personas, que en numerosos casos no reunían los requisitos legalmente exigidos, a los que les proponía la obtención segura de una pensión a cambio, normalmente, del pago de grandes sumas de dinero por gestionar la tramitación de los expedientes.

Francisco Casto Pérez-Lara emitía estos informes como inspector médico, y falseando la situación real de los interesados con exageración de todos sus diagnósticos, o en informes médicos que sabía eran falsos consignaba un estado de salud con padecimientos que conllevaban la propuesta de reconocimiento de algún tipo de incapacidad laboral.
La sentencia prueba la relación de Campanario con la trama para gestionar la obtención de una pensión para su madre, pese a que ésta última 'no reunía los requisitos para obtenerla por incapacidad laboral, pues ni siquiera trabajaba ni había cotizado el tiempo necesario'.

Para la estafa siguieron el proceso habitual: Carlos Carretero dio de alta en la seguridad social como limpiadora a Remedios Torres en dos de sus empresas aunque no trabajó en ninguna , luego Remedios fingió una lesión laboral que Pérez Lara certificó y la madre de Carretero le suplantó en la prueba médica necesaria para percibir la pensión. Sin embargo,el inicio de las diligencias judiciales impidió a Remedios el reconocimiento de cualquier incapacidad, y no percibió prestación económica alguna.

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