China consideró ayer una 'decisión errónea' la orden internacional de detención emitida por un juez español contra cinco exlíderes chinos, incluido el expresidente Jiang Zemin, por delitos de genocidio en el Tíbet y advirtió a España de que la gestión del caso tendrá efectos en la relación bilateral.
La portavoz china de Exteriores Hua Chunying mostró la 'molestia' y el 'rechazo' de Pekín a la decisión judicial y confió en la 'sabiduría y la habilidad' del Gobierno español para tratar el asunto.
La reacción de Hua llegaba dos días después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno emitiese las órdenes de busca y captura contra los líderes chinos, y antes de que la reforma que aprobó ayer el Congreso restringiera las condiciones en que la justicia española puede investigar delitos cometidos fuera del territorio nacional, como la represión en Tíbet.
Tras ser aprobada, todo hace indicar que se paralizará el caso contra los exdirigentes chinos, del que se han hecho eco los medios extranjeros aunque los medios chinos guardaron un completo silencio.
Con su decisión, el juez Moreno cumplía con el proceso establecido, la Audiencia Nacional le instó en noviembre pasado a que cursara las órdenes de detención de los cinco exdirigentes.
En ese sentido la portavoz de China expreso que 'espero que todas las partes, incluido nuestros amigos de la prensa, puedan distinguir lo correcto de lo equivocado y ver claramente el daño que causa la decisión errónea de las instancias españolas'.
Además de la detención de Jiang, el juez Moreno también ordenó el arresto de Li Peng, primer ministro chino a finales de los años 80 y principios de los 90; Qiao Shi, exjefe de la seguridad china y responsable de la policía; Chen Kuiyuan, secretario del Partido Comunista en Tíbet entre 1992 y 2001, y Peng Peiyun, ministra de Planificación Familiar en los años 80. Los cinco se encuentran de momento en paradero desconocido, si bien, es raro que estén fuera de China debido a la norma no escrita que dificulta los viajes de antiguos líderes chinos al exterior.
La reacción de Hua llegaba dos días después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno emitiese las órdenes de busca y captura contra los líderes chinos, y antes de que la reforma que aprobó ayer el Congreso restringiera las condiciones en que la justicia española puede investigar delitos cometidos fuera del territorio nacional, como la represión en Tíbet.
Tras ser aprobada, todo hace indicar que se paralizará el caso contra los exdirigentes chinos, del que se han hecho eco los medios extranjeros aunque los medios chinos guardaron un completo silencio.
Con su decisión, el juez Moreno cumplía con el proceso establecido, la Audiencia Nacional le instó en noviembre pasado a que cursara las órdenes de detención de los cinco exdirigentes.
En ese sentido la portavoz de China expreso que 'espero que todas las partes, incluido nuestros amigos de la prensa, puedan distinguir lo correcto de lo equivocado y ver claramente el daño que causa la decisión errónea de las instancias españolas'.
Además de la detención de Jiang, el juez Moreno también ordenó el arresto de Li Peng, primer ministro chino a finales de los años 80 y principios de los 90; Qiao Shi, exjefe de la seguridad china y responsable de la policía; Chen Kuiyuan, secretario del Partido Comunista en Tíbet entre 1992 y 2001, y Peng Peiyun, ministra de Planificación Familiar en los años 80. Los cinco se encuentran de momento en paradero desconocido, si bien, es raro que estén fuera de China debido a la norma no escrita que dificulta los viajes de antiguos líderes chinos al exterior.
