Una operación contra el narcotráfico ha permitido desmantelar en Zaragoza una red de distribución de cocaína a gran escala liderada por un grupo de colombianos que se encargaba de introducir la droga en el país vía aérea y de suministrarla a ciudadanos españoles para su venta al menudeo.
En la operación han sido detenidas nueve personas, de las cuales tres han ingresado en prisión, dos están en libertad con cargos y los cuatro restantes han pasado a disposición judicial.
Además han sido intervenidos, entre otras cosas, 4,18 kilos de cocaína, 547 gramos de speed, 1,5 kilos de hachís, 8 básculas de precisión, 158 pastillas de éxtasis, 33.902 euros, 28 teléfonos móviles, diversos material informáticos, una docena de turismos y motocicletas y armas.
Los detalles de la operación, denominada 'Chimenea', han sido dados a conocer por el alférez de la Guardia Civil responsable de las investigaciones, Rubén Calle, para quien las extremadas precauciones adoptadas por los presuntos narcos colombianos complicaron de forma continua las pesquisas.
Desarrollada en dos fases, la operación se cerró el pasado fin de semana con la detención de cuatro colombianos, dos hombres, una mujer y un menor de 17 años, y la incautación de 4,1 kilogramos de cocaína, vehículos diversos, útiles para tratar la droga, armas blancas y de fuego y 34.000 euros.
Además, fue desmantelado en un piso situado en el barrio de Casablanca de la capital aragonesa un laboratorio de extracción de la droga, que venía enmascarada con otras sustancias para burlar el rastreo de los perros en los aeropuertos, y de corte de la misma para su distribución.
En la primera fase de las investigaciones, fueron detenidos cuatro españoles y una mujer de origen rumano que se encargaban de vender la droga en pisos ubicados en las comarcas zaragozanas de Campo de Borja, Cariñena y Valdejalón.
En esta fase fueron registrados cinco pisos en Cariñena, La Almunia de Doña Godina, Tabuenca, Bulbuente y Zaragoza, en los que se localizaron 547 gramos de speed, 141 de cocaína 1.500 de hachís, 1.180 de marihuana, 152 pastillas de éxtasis, así como joyas, siete armas blancas, un rifle, dos escopetas, una pistola de aire comprimido y diversos útiles.
Según el alférez responsable de la investigación, jefe de la brigada judicial de la Guardia Civil en La Almunia, los datos obtenidos en la primera fase del operativo condujeron la investigación hacia la provincia de Zaragoza y se centraron en cuatro personas que capitalizaban la distribución de cocaína, entre ellas una mujer que presuntamente lideraba la organización.
La mayor parte de la droga incautada se obtuvo en los tres registros domiciliarios practicados el pasado fin de semana en Zaragoza, en uno de los cuales fue localizado el laboratorio de procesamiento de la droga, así como una maleta con un doble fondo que ocultaba un kilo de cocaína camuflada con distintas sustancias.
El alférez Calle ha destacado que la intervención del laboratorio, ubicado en un bloque de viviendas en el barrio zaragozano de Casablanca, impidió una posible explosión por el uso de sustancias químicas volátiles.
Los narcos colombianos disponían de grandes recursos económicos que les permitían vestir con ropas de marca, joyas diversas, televisiones de plasma de grandes dimensiones o pantalones vaqueros valorados en 300 euros.
El responsable de la investigación, en la que han participado las unidades de la Guardia Civil de Calatayud y Tarazona, ha añadido que ambos grupos de detenidos estaban vinculados, dado que los colombianos 'movían la droga a gran escala' y que los españoles la distribuían al menudeo.
Además han sido intervenidos, entre otras cosas, 4,18 kilos de cocaína, 547 gramos de speed, 1,5 kilos de hachís, 8 básculas de precisión, 158 pastillas de éxtasis, 33.902 euros, 28 teléfonos móviles, diversos material informáticos, una docena de turismos y motocicletas y armas.
Los detalles de la operación, denominada 'Chimenea', han sido dados a conocer por el alférez de la Guardia Civil responsable de las investigaciones, Rubén Calle, para quien las extremadas precauciones adoptadas por los presuntos narcos colombianos complicaron de forma continua las pesquisas.
Desarrollada en dos fases, la operación se cerró el pasado fin de semana con la detención de cuatro colombianos, dos hombres, una mujer y un menor de 17 años, y la incautación de 4,1 kilogramos de cocaína, vehículos diversos, útiles para tratar la droga, armas blancas y de fuego y 34.000 euros.
Además, fue desmantelado en un piso situado en el barrio de Casablanca de la capital aragonesa un laboratorio de extracción de la droga, que venía enmascarada con otras sustancias para burlar el rastreo de los perros en los aeropuertos, y de corte de la misma para su distribución.
En la primera fase de las investigaciones, fueron detenidos cuatro españoles y una mujer de origen rumano que se encargaban de vender la droga en pisos ubicados en las comarcas zaragozanas de Campo de Borja, Cariñena y Valdejalón.
En esta fase fueron registrados cinco pisos en Cariñena, La Almunia de Doña Godina, Tabuenca, Bulbuente y Zaragoza, en los que se localizaron 547 gramos de speed, 141 de cocaína 1.500 de hachís, 1.180 de marihuana, 152 pastillas de éxtasis, así como joyas, siete armas blancas, un rifle, dos escopetas, una pistola de aire comprimido y diversos útiles.
Según el alférez responsable de la investigación, jefe de la brigada judicial de la Guardia Civil en La Almunia, los datos obtenidos en la primera fase del operativo condujeron la investigación hacia la provincia de Zaragoza y se centraron en cuatro personas que capitalizaban la distribución de cocaína, entre ellas una mujer que presuntamente lideraba la organización.
La mayor parte de la droga incautada se obtuvo en los tres registros domiciliarios practicados el pasado fin de semana en Zaragoza, en uno de los cuales fue localizado el laboratorio de procesamiento de la droga, así como una maleta con un doble fondo que ocultaba un kilo de cocaína camuflada con distintas sustancias.
El alférez Calle ha destacado que la intervención del laboratorio, ubicado en un bloque de viviendas en el barrio zaragozano de Casablanca, impidió una posible explosión por el uso de sustancias químicas volátiles.
Los narcos colombianos disponían de grandes recursos económicos que les permitían vestir con ropas de marca, joyas diversas, televisiones de plasma de grandes dimensiones o pantalones vaqueros valorados en 300 euros.
El responsable de la investigación, en la que han participado las unidades de la Guardia Civil de Calatayud y Tarazona, ha añadido que ambos grupos de detenidos estaban vinculados, dado que los colombianos 'movían la droga a gran escala' y que los españoles la distribuían al menudeo.
