José Luis Ayón, ha reafirmado la negativa del Gobierno de Mariano Rajoy a someterse al control del Congreso y ha asegurado que ni puede ni debe
El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ha reafirmado este martes la negativa del Gobierno de Mariano Rajoy a someterse al control del Congreso mientras esté en funciones y su decisión de desoír las peticiones de comparecencia que pueda cursar la Cámara Baja.
Ayllón ha comparecido para volver a defender la posición del Ejecutivo después de que el presidente del Congreso, Patxi López, haya anunciado que la Mesa de la Cámara, con los votos de PSOE, Podemos y Ciudadanos, decidiera convocar Plenos de control al Gobierno, una decisión que ha sido avalada después por toda la oposición en la Junta de Portavoces.
López ha enviado una carta a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, solicitándole que el Ejecutivo reconsidere su negativa a ser controlado por el Congreso y pidiéndole que evite lo que, a su juicio, sería un "conflicto institucional grave" y sin precedentes.
Sin embargo, Ayllón ya ha avanzado que en la respuesta que le enviará previsiblemente este mismo martes, la 'número dos' del Gobierno dejará claro que el Ejecutivo no va a cambiar de idea porque, tal y como señala el informe jurídico elaborado al efecto por Moncloa, el Congreso emanado de las elecciones del pasado 20 de diciembre no puede controlar al Ejecutivo en funciones porque no le ha dado su confianza.
"NI PUEDE NI DEBE"
El secretario de Estado ha reiterado las palabras que ya empleó la semana pasada para justificar el rechazo al control parlamentario, y son que el Gobierno en funciones "ni puede ni debe" porque "no existe relación de confianza" entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
De este modo, ha confirmado que el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, quien ha sido citado por la comisión del ramo para informar sobre la participación española en la nueva misión de la OTAN en el mar Egeo contra las mafias de la inmigración, no comparecerá.
Según Ayllón, en "todas las cuestiones que trasciendan el ámbito administrativo" de la gestión del Gobierno, es decir, las decisiones de carácter político se mantendrá el mismo criterio, lo que también incluye las sesiones de control ante el Pleno de la Cámara Baja. Eso sí, ha remarcado que el Ejecutivo en funciones valorará por separado cada petición de control parlamentario que se solicite desde el Congreso.
"NO HAY PRECEDENTES"
En este sentido, el secretario de Estado ha insistido en que "no hay precedentes" en las diez legislaturas anteriores en las que un Ejecutivo en funciones se sometiera al control parlamentario, pero tampoco recientemente, cuando en Cataluña y Andalucía se extendieron durante meses los periodos de los gobiernos en funciones.
Así, ha recordado que el expresidente de la Generalitat Artur Mas compareció tras las elecciones del 27 de septiembre pasado ante la diputación permanente del Parlament disuelto, tras lo cual se constituyó la nueva Cámara autonómica, que estuvo funcionando varios meses hasta que se formó el Gobierno presidido por Carles Puigdemont pero sin controlar al anterior Ejecutivo.
A la pregunta de si el Gobierno de Mariano Rajoy se seguirá sentando en el banco azul del hemiciclo del Congreso dada la falta de "confianza" que aduce entre una y otra institución, Ayllón ha respondido que "una cosa es lo que uno es y otra la relación que se tiene", por lo que ha indicado que los ministros siguen siéndolo y, por tanto, se sentarán en el lugar que se les asigna en la Cámara Baja, aunque ha dejado claro que están en funciones porque "cesaron" tras las elecciones generales.
El secretario de Estado ha querido dejar claro que, aunque el Ejecutivo se niegue a comparecer, "no hay un gobierno sin control o descontrolado" y que "no es que no quiera comparecer", ya que continúa ejerciendo su labor, pero ha afirmado que una "situación extraordinaria" se debe tratar como tal.
