El cabeza de lista del PP de Valladolid al Senado, Alberto Gutiérrez Alberca, ha declinado pronunciarse sobre la posibilidad de que su partido suprima el Ministerio de Cultura en el supuesto de ganar las próximas Elecciones Generales, si bien ha abogado por una reorganización de ministerios en aras al recorte de gastos administrativos demandado por los ciudadanos.
Gutiérrez, quien, junto con el número uno al Congreso de los populares vallisoletanos, Miguel Ángel Cortés, se ha reunido hoy en la Casa Revilla con representantes de distintas asociaciones culturales, compañías de teatro, galerías y fundaciones, ha indicado que cualquier decisión respecto del Ministerio de Cultura y su posible eliminación es competencia del nuevo presidente salido de la cita electoral, aunque ha añadido que 'no es una cuestión de supresión, ya que la cultura como tal va a estar representada administrativamente'.
En cualquier caso, el candidato popular, en declaraciones recogidas por Europa Press, no ha ocultado que una de las medidas de austeridad que está demandando la inmensa mayoría de los españoles 'pasa, sin duda, por una reorganización administrativa en el número de ministerios'.
LA CULTURA Y SU VALOR ECONÓMICO
Por su parte, el número uno al Congreso del PP de Valladolid, Miguel Ángel Cortés, ha reivindicado el papel de la cultura no sólo como valor identitario y espiritual sino también por su repercusión económica y social, de ahí, tal y como ha aseverado, que todo lo que se destine a ella no puede ser visto como gasto sino como 'una inversión que genera puestos de trabajo, atrae al turismo y sirve para mejorar la imagen de una nación', al tiempo que se ha mostrado firme defensor de la colaboración público-privada en dicha materia.
El que fuera secretario de Estado de Cultura y secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica ha incidido también en que Castilla y León y Valladolid, en particular, son una auténtica 'potencia cultural', en el caso de la capital vallisoletana tan por su rico patrimonio como por la actividad cultural contemporánea 'enormemente viva y de calidad' desplegada en escenarios como el Museo Nacional de Escultura, 'que ha recuperado el nombre que nunca debió perder'; el Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano, el Museo Diocesano, el Museo de Arte Oriental, el Museo Provincial, la Fundación Alberto J. Arellano Alonso, 'que posee la primera colección en Europa del arte africano'; el Archivo Nacional de Simancas, o el Archivo de la Real Chancillería, entre otros.
En cualquier caso, el candidato popular, en declaraciones recogidas por Europa Press, no ha ocultado que una de las medidas de austeridad que está demandando la inmensa mayoría de los españoles 'pasa, sin duda, por una reorganización administrativa en el número de ministerios'.
LA CULTURA Y SU VALOR ECONÓMICO
Por su parte, el número uno al Congreso del PP de Valladolid, Miguel Ángel Cortés, ha reivindicado el papel de la cultura no sólo como valor identitario y espiritual sino también por su repercusión económica y social, de ahí, tal y como ha aseverado, que todo lo que se destine a ella no puede ser visto como gasto sino como 'una inversión que genera puestos de trabajo, atrae al turismo y sirve para mejorar la imagen de una nación', al tiempo que se ha mostrado firme defensor de la colaboración público-privada en dicha materia.
El que fuera secretario de Estado de Cultura y secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica ha incidido también en que Castilla y León y Valladolid, en particular, son una auténtica 'potencia cultural', en el caso de la capital vallisoletana tan por su rico patrimonio como por la actividad cultural contemporánea 'enormemente viva y de calidad' desplegada en escenarios como el Museo Nacional de Escultura, 'que ha recuperado el nombre que nunca debió perder'; el Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano, el Museo Diocesano, el Museo de Arte Oriental, el Museo Provincial, la Fundación Alberto J. Arellano Alonso, 'que posee la primera colección en Europa del arte africano'; el Archivo Nacional de Simancas, o el Archivo de la Real Chancillería, entre otros.
