El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha enviado a prisión a uno de los 'capos' de la prostitución más buscados, Ioan Clamparu, alias 'Cabeza de Cerdo', de 43 años y natural de Botosani (Rumanía), sobre el que recaen varias causas pendientes en España, así como sendas órdenes europeas de detención y entrega emitidas por Rumanía e Italia.
Clamparu, apodado también 'Nasal' (el padrino), 'Omu' (el hombre), 'Papa' y 'Ion de Madrid' (Juan de Madrid) se entregó a la Policía el pasado sábado, después de que su imagen fuera difundida a través de Youtube. Durante su comparecencia ante el magistrado se ha negado a ser entregado a las autoridades de su país, han informado fuentes jurídicas.
En el momento de su entrega, el detenido aseguró que la difusión de su imagen en noviembre de 2010 a través de la red y la difusión posterior en los medios de comunicación, unidos al hecho de figurar entre los fugitivos más buscados, dificultó su libertad de movimientos hasta el punto de plantearse la posibilidad de entregarse.
El prófugo ha sido condenado por sentencia firme en su país natal por tráfico de seres humanos, delitos relativos a la prostitución, blanqueo de capitales y homicidio. Rumanía le acusa de liderar en España un grupo dedicado a la explotación de jóvenes rumanas, a las que forzaba a ejercer la prostitución, quedándose posteriormente con sus ganancias.
A estas mujeres les ofrecían trabajos 'reales' en España -como camarera o balarinas- comprometiéndose ellas a reintegrar posteriormente los gastos de viaje. Una vez en nuestro país se les retiraba el pasaporte y todas sus pertenencias, y eran obligadas a ejercer la prostitución, quedándose la organización con todas las ganancias obtenidas por esa actividad.
En Italia, entre los años 2000 y 2002, Clamparu lideró una organización delictiva dedicada al tráfico internacional de drogas en dicho país, España y Bulgaria. La organización se servía de refugios para almacenar la cocaína, y disponía de una amplia red de clientes en Milán (Italia).
En particular, se encargó del embarque de 27 kilos de cocaína desde España a Italia, transportándolo a Milán en un camión en el cual viajaban correos que fueron detenidos en flagrante delito por la Policía. Asimismo, figuraban varias causas abiertas en España por delitos relativos a la prostitución y amenazas, entre otros.
Según refleja la orden europea de detención y entrega redactada por las autoridades rumanas las chicas captadas por la organización desplegaban su actividad principalmente en la Casa de Campo.
'Cabeza de Cerdo' les imponía estrictas reglas que debían respetar. Les prohibía hablar entre ellas o aceptar clientes que no fueran de nacionalidad española o utilizar su verdadero nombre.
UNA FAMILIA
La OED especifica que Clamparu mantenía con sus subordinados una relación de 'verdadera familia' que incrementaba la sensación de 'pertenencia al grupo'.
Así se encargaba de bautizar a los hijos de los miembros de la organización o los apadrinaba. También se encargaba de organizar otros eventos, como bodas, para las que detallaba el tipo de vestimenta que debían llevar los invitados y por quien tenían que ir acompañados.
En el momento de su entrega, el detenido aseguró que la difusión de su imagen en noviembre de 2010 a través de la red y la difusión posterior en los medios de comunicación, unidos al hecho de figurar entre los fugitivos más buscados, dificultó su libertad de movimientos hasta el punto de plantearse la posibilidad de entregarse.
El prófugo ha sido condenado por sentencia firme en su país natal por tráfico de seres humanos, delitos relativos a la prostitución, blanqueo de capitales y homicidio. Rumanía le acusa de liderar en España un grupo dedicado a la explotación de jóvenes rumanas, a las que forzaba a ejercer la prostitución, quedándose posteriormente con sus ganancias.
A estas mujeres les ofrecían trabajos 'reales' en España -como camarera o balarinas- comprometiéndose ellas a reintegrar posteriormente los gastos de viaje. Una vez en nuestro país se les retiraba el pasaporte y todas sus pertenencias, y eran obligadas a ejercer la prostitución, quedándose la organización con todas las ganancias obtenidas por esa actividad.
En Italia, entre los años 2000 y 2002, Clamparu lideró una organización delictiva dedicada al tráfico internacional de drogas en dicho país, España y Bulgaria. La organización se servía de refugios para almacenar la cocaína, y disponía de una amplia red de clientes en Milán (Italia).
En particular, se encargó del embarque de 27 kilos de cocaína desde España a Italia, transportándolo a Milán en un camión en el cual viajaban correos que fueron detenidos en flagrante delito por la Policía. Asimismo, figuraban varias causas abiertas en España por delitos relativos a la prostitución y amenazas, entre otros.
Según refleja la orden europea de detención y entrega redactada por las autoridades rumanas las chicas captadas por la organización desplegaban su actividad principalmente en la Casa de Campo.
'Cabeza de Cerdo' les imponía estrictas reglas que debían respetar. Les prohibía hablar entre ellas o aceptar clientes que no fueran de nacionalidad española o utilizar su verdadero nombre.
UNA FAMILIA
La OED especifica que Clamparu mantenía con sus subordinados una relación de 'verdadera familia' que incrementaba la sensación de 'pertenencia al grupo'.
Así se encargaba de bautizar a los hijos de los miembros de la organización o los apadrinaba. También se encargaba de organizar otros eventos, como bodas, para las que detallaba el tipo de vestimenta que debían llevar los invitados y por quien tenían que ir acompañados.
