El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer una profunda reforma de la Justicia que incluye el pago de tasas para recurrir, la reforma de la Ley del Menor para juzgar conjuntamente a menores y mayores por delitos graves y la posible instauración de la prisión permanente revisable. El anuncio estrella del ministro, durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia, sin embargo, fue la reforma de la Ley del Aborto, para exigir el consentimiento paterno en los casos de las menores que quieran interrumpir su embarazo.
Así, el Gobierno reformará la Ley orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo para exigir el consentimiento paterno en los casos de las chicas de 16 y 17 años que quieran abortar. La ley vigente desde julio de 2010 no exige la autorización de los padres, pero sí que sean informados de que sus hijas van a interrumpir su embarazo, siempre que éstas no aleguen peligro de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o una situación de desarraigo o desamparo.
Ruiz-Gallardón recordó que la normativa actual fue aprobada 'sin consenso y con la opinión desfavorable de los órganos consultivos'. La reforma, según explicó, se inspirará en la defensa del derecho a la vida según la doctrina ya definida por el Tribunal Constitucional. La portavoz adjunta del grupo parlamentario popular en la citada comisión, Beatriz Escudero, fue inicialmente más allá, al concretar que se volvería a la Ley de 1985 que despenalizaba esta práctica sólo en tres supuestos, aunque luego se retractó para ceñirse a lo dicho por el ministro.
PRISIÓN PERMANENTE
Por otro lado, el ministro aseguró que la prisión permanente revisable que el Gobierno estudia implantar en España 'es incompatible' con la cadena perpetua y que su constitucionalidad está garantizada precisamente por su carácter revisable. Ruiz-Gallardón se pronunció así en su réplica a los portavoces de los grupos parlamentarios después de que el de IU, Gaspar Llamazares, ironizase sobre la voluntad de regeneración de la Justicia expresada por el ministro.
El titular de Justicia, que durante su intervención inicial en la Comisión de Justicia anunció que el Gobierno estudiará la posible instauración de la prisión permanente revisable, insistió en que se trata de una pena distinta y excepcional, que se aplicaría 'en supuestos muy restrictivos' y para casos 'que hayan alcanzado el máximo de reprochabilidad social'. 'El concepto es contradictorio con la cadena perpetua, porque lo perpetuo no es revisable', dijo, y añadió que la prisión permanente revisable cumple los objetivos establecidos por la Constitución: la reorientación del reo y su reinserción social, ya que la duración de la pena estará condicionada a que estos se hayan alcanzado efectivamente.
Ruiz-Gallardón recordó que la normativa actual fue aprobada 'sin consenso y con la opinión desfavorable de los órganos consultivos'. La reforma, según explicó, se inspirará en la defensa del derecho a la vida según la doctrina ya definida por el Tribunal Constitucional. La portavoz adjunta del grupo parlamentario popular en la citada comisión, Beatriz Escudero, fue inicialmente más allá, al concretar que se volvería a la Ley de 1985 que despenalizaba esta práctica sólo en tres supuestos, aunque luego se retractó para ceñirse a lo dicho por el ministro.
PRISIÓN PERMANENTE
Por otro lado, el ministro aseguró que la prisión permanente revisable que el Gobierno estudia implantar en España 'es incompatible' con la cadena perpetua y que su constitucionalidad está garantizada precisamente por su carácter revisable. Ruiz-Gallardón se pronunció así en su réplica a los portavoces de los grupos parlamentarios después de que el de IU, Gaspar Llamazares, ironizase sobre la voluntad de regeneración de la Justicia expresada por el ministro.
El titular de Justicia, que durante su intervención inicial en la Comisión de Justicia anunció que el Gobierno estudiará la posible instauración de la prisión permanente revisable, insistió en que se trata de una pena distinta y excepcional, que se aplicaría 'en supuestos muy restrictivos' y para casos 'que hayan alcanzado el máximo de reprochabilidad social'. 'El concepto es contradictorio con la cadena perpetua, porque lo perpetuo no es revisable', dijo, y añadió que la prisión permanente revisable cumple los objetivos establecidos por la Constitución: la reorientación del reo y su reinserción social, ya que la duración de la pena estará condicionada a que estos se hayan alcanzado efectivamente.
