CASO ISABEL CARRASCO

La misteriosa desaparición del letrado suspende el juicio por el crimen de Isabel Carrasco

La alerta por su desaparición se activó después de que su familia llevase horas tratando de localizarlo sin conseguirlo, finalmente fue encontrado por una patrulla de la Policía Local.

La misteriosa desaparición del abogado Fermín Guerrero ha obligado a suspender la sesión de hoy del juicio por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco y ha causado un notable revuelo en la ciudad, ya que, hasta que ha sido localizado, decenas de policías le han buscado durante horas.

Un familiar alertó de la desaparición del letrado poco después de las 05.00 horas de esta madrugada, por lo que se activó un dispositivo de búsqueda que dio resultado a primera hora de la tarde, cuando fue localizado en una zona cercana al centro, en la calle Fray Luis de León, junto a su coche, que estaba mal aparcado.

El abogado representa a la policía local Raquel Gago en el juicio que se sigue en la Audiencia de León por el crimen Isabel Carrasco, ocurrido el 12 de mayo de 2014.

La alerta por su desaparición se activó después de que su familia llevase horas tratando de localizarlo sin conseguirlo.

El abogado José Ramón García, que representa a Montserrat González y a su hija Triana Martínez en el juicio, fue la ultima persona que vio ayer a Fermín Guerrero.

García ha explicado que se despidió ayer sobre las 17.30 horas de Fermín Guerrero tras comer con él.

Posteriormente el letrado tenía una cita con Raquel Gago para preparar la sesión del juicio de hoy, de especial relevancia para sus intereses, a la que ya no se presentó.

Su última conexión en la mensajería instantánea "Whatsapp" se realizó a las 19.04 horas de ayer, y desde entonces nadie había vuelto a tener noticias suyas hasta que fue localizado esta tarde.

La Policía entró esta mañana en un piso propiedad de la familia de Raquel Gago, en el que el letrado reside durante el juicio, para verificar si había sufrido algún tipo de indisposición que hubiera impedido su comparecencia.

No estaba en su interior, por lo que la búsqueda se extendió a todos los hoteles de la ciudad, una vez que se confirmó que no había ingresado en ningún hospital.

Una vez encontrado por una patrulla de la Policía Local, fue trasladado a la Comisaría central de la ciudad donde ha declarado que su desaparición ha sido "voluntaria", pero se ha negado a aclarar el motivo.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León han explicado a Efe que el abogado ha quedado libre, ya que sobre él no pesa cargo alguno.

Aunque en un principio se informó de que parecía algo desorientado, en Comisaría ha dado muestras de encontrarse "perfectamente".

También se buscó durante horas su vehículo, que actualmente se encuentra en el patio interior de la Comisaría, donde fue trasladado por una grúa.

El presidente del tribunal que juzga el caso del asesinato de Isabel Carrasco, el magistrado Carlos Álvarez, está en contacto con todas las partes, incluido Fermín Guerrero, para determinar si es posible reanudar el juicio mañana con las declaraciones que ya estaban previstas.

Entre ellas figura a primera hora la del marido de la asesina confesa de Carrasco, Montserrat González, y padre de Triana Martínez, otra de las acusadas, que en el momento del suceso era el comisario del Cuerpo Nacional de Policía en el municipio leonés de Astorga.

El presidente del tribunal comunicará mañana en la sala si lo sucedido hoy por la incomparecencia del abogado de Raquel Gago conlleva alguna medida que afecte al juicio, después de que, tras mas de dos horas de espera, decidiera suspender la sesión ante la ausencia del abogado.

Explicó entonces que el proceso iba a seguir lo establecido en la ley, que fija que no se puede alargar la espera más de cuatro días y, al quinto, se tendría que disolver el jurado y repetir el juicio desde el principio con uno nuevo.

En la sesión de hoy estaban citados a declarar diez testigos, todos relacionados con el entorno de Raquel Gago, entre ellos sus hermanos Beatriz y Carlos, y sus padres.

También su amiga Leticia González Castro, que fue quien se sentó en el asiento de detrás del coche de Raquel el mismo día del asesinato de Isabel Carrasco y afirma que no vio el bolso que contenía el arma utilizada para matar a Isabel Carrasco.

Raquel Gago, al igual que las otras dos acusadas, se enfrenta a 23 años de cárcel por sendos delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas.

Fue quien entregó el arma en Comisaría 30 horas después del crimen y manifestó que le había encontrado en su coche sin poder aclarar como había llegado hasta allí, aunque sospechaba que debía haberla dejado su amiga Triana Martínez, con quien se encontró minutos después del crimen, sin que ella se diera cuenta.

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