Los obispos españoles señalan que el 'perdón' es necesario para la reconciliación y rechazan concesiones políticas a ETA

Foto: EFE
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Juan Antonio Martínez Camino, ha asegurado que para la reconciliación como realidad 'moral y espiritual' se exige 'pedir y dar perdón' y ha recordado el documento 'Orientaciones morales ante la situación actual de España' publicado por la CEE en 2006 en el que los obispos rechazan las concesiones políticas a ETA que pudieran legitimar su ejercicio.
Así lo ha precisado durante la rueda de prensa posterior a la XCIX Asamblea Plenaria, en respuesta a una pregunta sobre el Plan Integral de Reinserción que pondrá en marcha el Ministerio del Interior y que permitirá a los terroristas el acercamiento a cárceles más próximas a sus domicilios preferentemente del País Vasco sin el requisito de que pidan perdón como se exige para acceder a beneficios.

'La reconciliación como realidad espiritual y humana exige la capacidad de perdonar y de pedir perdón, las dos cosas. La reconciliación como realidad política y social es más compleja, porque existen mecanismos de justicia y compensación y de dar a cada uno lo suyo según la situación de cada uno', ha explicado.

Así, ha indicado que unas medidas técnicas de orden penitenciario, son 'una cuestión mas profunda y más amplia' pues, a su juicio, son medidas 'que tendrán que juzgar quienes las realicen'.

No obstante, Martínez Camino ha recordado que se puede recuperar las palabras de los obispos sobre este tema en su documento 'Orientaciones morales ante la situación actual de España' publicado por la CEE en 2006, en el que los obispos españoles indican que 'la exigencia primordial para la normalización de la sociedad y la reconciliación entre los ciudadanos es el cese absoluto de toda violencia y la renuncia neta de los terroristas a imponer sus proyectos mediante la violencia'.

Además, en el documento señalan que 'los eventuales contactos de la autoridad pública con los terroristas han de excluir todos los asuntos referentes a la organización política de la sociedad y ceñirse a establecer las condiciones conducentes a la desaparición de la organización terrorista'.

Asimismo, apuntan que 'la justicia, que es el fundamento indispensable de la convivencia, quedaría herida si los terroristas lograran total o parcialmente sus objetivos por medio de concesiones políticas que legitimaran falsamente el ejercicio del terror' y sólo admiten 'alguna medida de indulgencia' si esta 'facilitara el fin de la violencia'.

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