A pecho descubierto

Personal del Congreso intenta evacuar a las jóvenes que protagonizaron la protesta. (Foto: Moya)
Goteras, disparos golpistas borrados del mapa, mujeres semidesnudas... El hemiciclo del Congreso de los Diputados se ha convertido en poco más de un mes, desde la vuelta de las vacaciones de verano, en un escenario en el que puede ocurrir cualquier cosa. Incluso política.

Enrique Rodríguez de la Rubia.La sesión de control de hoy, la primera tras la aprobación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, discurría monótona y entre el tedio de los diputados, cansados de la larguísima sesión de ayer, que acabó casi a las once de la noche.

Un letargo interrumpido abruptamente por el 'destape' de tres activistas del movimiento feminista Femen -una española y dos ciudadanas francesas- que, a pecho descubierto y a voz en grito, han defendido desde la tribuna de invitados el derecho de las mujeres a abortar.

Tal ha sido la vehemencia de las tres alborotadoras y el revuelo que han organizado ante la mirada atónita de los diputados, que una de ellas ha llegado a descolgarse por la barandilla, otra se ha agarrado a una columna para que no la desalojaran y una tercera ha perdido hasta un zapato.

La zapatilla o zapato -poco importa- ha impactado en el escaño del diputado del PP Miguel Ángel Cortés, que ha pegado un respingo ante tan inusual regalo del cielo.

Preguntado por su estado, Cortés ha reconocido a Efe que no ha sufrido ningún daño y que el calzado caído desde las alturas apenas le ha rozado.

Entretanto, el siempre sosegado Jesús Posada miraba la escena ojiplático, quizá pensando para sus adentros en las portadas de los periódicos y en los sumarios de los telediarios internacionales, siempre ávidos de imágenes impactantes.

'Lo que temía sobre todo es que hubiera habido una desgracia', ha reconocido después a los periodistas.

El 'grito de guerra' de las activistas de Femen, pintarrajeado en su torso desnudo y proferido a voces en medio de un intenso forcejeo con los policías, también ha dejado boquiabierto a más de uno: 'Aborto es sagrado'.

Hablaba en ese momento desde su escaño el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, objetivo de las iras de colectivos como Femen por su anunciada reforma de la ley del aborto.

En cuanto las tres feministas han sido desalojadas y ha vuelto la calma al hemiciclo, Gallardón no ha perdido la oportunidad de responder a la protesta.

Ha lamentado haber tenido que escuchar un 'grito tan imposible de entender como que el aborto es sagrado' y ha añadido que le extraña mucho más que 'encima' los diputados de IU hayan aplaudido la interrupción del pleno del Congreso.

El líder de IU, Cayo Lara, no se ha arredrado lo más mínimo por las críticas de Gallardón y no ha dudado en defender a las activistas de Femen.

'Si no se puede aplaudir a un grupo de personas que vienen al Parlamento a defender el derecho al aborto, pero sí se aplauden decisiones que hacen daño a la gente, es que hay dos varas de medir', ha denunciado.

Recuperadas sus ropas superiores, y una vez que se les ha identificado, las tres detenidas han sido trasladadas a una Comisaría de Policía antes de pasar a disposición judicial por alteración del orden.

Las tres jóvenes -la líder de Femen en España, Lara Alcázar, y dos activistas francesas- habían entrado al Congreso por el llamado 'turno libre', por el que cualquier ciudadano puede solicitar la asistencia a una sesión plenaria desde la tribuna de público.

Como no tenían antecedentes de ningún tipo se les ha dejado entrar, aunque parece que ésta será la última vez que se desnuden ante sus azoradas señorías.

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