El Gobierno modificará el Reglamento de Circulación para plasmar la reducción temporal de 120 a 110 kilómetros por hora en autovías y autopista en el paquete de medidas que previsiblemente se aprobará en el Consejo de Ministros de mañana viernes para ahorrar energía. Así, el Ejecutivo modificará el artículo 48 del Reglamento General de Circulación en el que se afirma que, en autopistas y autovías, los turismos no podrán separar los 120 kilómetros por hora, para reducir ese límite máximo a 110 kilómetros por hora.
La disposición adicional decimosexta de Ley de Tráfico señala que los titulares de las vías deberán comunicar a las autoridades competentes en materia de gestión del tráfico, con una antelación mínima de un mes, los cambios que realice en las limitaciones de velocidad. Sin embargo, las mismas fuentes explicaron que este periodo de un mes de antelación se refiere a cambios 'en puntos concretos' de la señalización de una carretera motivados, por ejemplo, por unas obras o por la presencia de un punto negro, pero no se aplica a la señalización genérica según el tipo de vía, que es lo que se regula en el Reglamento General de Circulación y que es lo que se va a modificar ahora.
PROPUESTA 'INVIABLE'
Por su parte, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, afirmó que es 'inviable jurídicamente' realizar la propuesta del Gobierno para el lunes 7 de marzo, ya que, segúnseñaló, si se quiere que la rebaja en el límite de velocidad no afecte al carné por puntos, habría que reformar la Ley de Tráfico mediante una norma del mismo rango para modificar la tabla que incluye la ley en la que se detalla la cuantía de puntos y de sanción económica establecida para cada exceso de velocidad, lo que llevaría más tiempo hacer.
Desde la DGT se insistió en que la reducción a 110 kilómetros por hora en autovías y autopistas no afectará al carné por puntos, tal y como indicó cuando se anunció la medida el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El ministro de Fomento, José Blanco, señaló que la reducción del límite de velocidad en autovías y autopistas a 110 kilómetros/hora constituye una medida 'coyuntural' y 'necesaria' que busca un ahorro energético 'de forma inmediata', ya que si no se contrarresta el aumento del precio del petróleo, traería 'una consecuencia inmediata en la inflación' y, si ésta se dispara, habría un problema de precios, de hipotecas'.
Blanco señaló también Cataluña y Madrid tendrán que explicar a los ciudadanos 'por qué se niegan' a reducir los importes de los transportes públicos, cuando 'es necesario implementar medidas de ahorro energético' para afrontar la difícil situación existente como consecuencia de la crisis que atraviesa Libia.
Ignacio González, vicepresidente madrileño, respondió que 'el problema no es bajar el precio de los billetes, que son muy baratos, sino aminorar el coste de la energía'. La Generalitat se declara 'encantada' de poner en marcha esta medida, siempre y cuando el Gobierno se haga cargo del déficit que implicará para sus arcas.
PROPUESTA 'INVIABLE'
Por su parte, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, afirmó que es 'inviable jurídicamente' realizar la propuesta del Gobierno para el lunes 7 de marzo, ya que, segúnseñaló, si se quiere que la rebaja en el límite de velocidad no afecte al carné por puntos, habría que reformar la Ley de Tráfico mediante una norma del mismo rango para modificar la tabla que incluye la ley en la que se detalla la cuantía de puntos y de sanción económica establecida para cada exceso de velocidad, lo que llevaría más tiempo hacer.
Desde la DGT se insistió en que la reducción a 110 kilómetros por hora en autovías y autopistas no afectará al carné por puntos, tal y como indicó cuando se anunció la medida el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El ministro de Fomento, José Blanco, señaló que la reducción del límite de velocidad en autovías y autopistas a 110 kilómetros/hora constituye una medida 'coyuntural' y 'necesaria' que busca un ahorro energético 'de forma inmediata', ya que si no se contrarresta el aumento del precio del petróleo, traería 'una consecuencia inmediata en la inflación' y, si ésta se dispara, habría un problema de precios, de hipotecas'.
Blanco señaló también Cataluña y Madrid tendrán que explicar a los ciudadanos 'por qué se niegan' a reducir los importes de los transportes públicos, cuando 'es necesario implementar medidas de ahorro energético' para afrontar la difícil situación existente como consecuencia de la crisis que atraviesa Libia.
Ignacio González, vicepresidente madrileño, respondió que 'el problema no es bajar el precio de los billetes, que son muy baratos, sino aminorar el coste de la energía'. La Generalitat se declara 'encantada' de poner en marcha esta medida, siempre y cuando el Gobierno se haga cargo del déficit que implicará para sus arcas.
