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Agroamb, una apuesta por el medioambiente rentable

Desde su fundación, hace quince años, ha jugado un papel importante en la valorización agrícola de los residuos orgánicos provenientes de la industria.

Agroamb Prodalt es un firma dedicada a la valorización de residuos orgánicos provenientes del tejido industrial gallego para el sector agrícola. Una valorización que supone someter los residuos a un ciclo de tratamiento para la obtención de fertilizantes agrícolas. Trabaja fundamentalmente con lodos de depuradora procedentes tanto de estaciones de aguas residuales como de industrias alimentarias, pero también con estiércoles, cenizas de combustión maderera y todo material susceptible de un reciclaje seguro y con garantías para su valorización como fertilizante o enmienda agronómica. Su oferta incluye una gestión integral de dichos productos, para lo cual realizan análisis de suelo y lodos y mediante planes de fertilización, establecen las dosis adecuadas para aplicar según el cultivo.

Estos productos orgánicos son resultantes de la depuración de las aguas residuales y se caracterizan por poseer una serie de elementos que los hacen atractivos para ser aprovechados como abono. Por ejemplo poseen un alto porcentaje en materia orgánica, además de nitrógeno y fósforo, imprescindibles para el crecimiento vegetal. 

Los orígenes de la empresa surgen en el año 1999, de la mano de un veterinario de Lugo, Severiano Ónega, en concreto de Ponte de Outeiro-Castro de Rei, quien fue la primera persona en Galicia, en darse de alta para usar lodos de depuración en la agricultura y convertir un residuo en un recurso. Hoy Agroamb Prodalt destina buena parte de sus recursos a la investigación aplicada y colabora en proyectos con Universidades y Centros de Conocimiento.  

Con sede en Lugo, Agroamb emplea a más de 38 personas del rural y más de 150 personas de manera indirecta en actividades complementarias a la agraria y también presta servicios a más de 50 empresas y comunidades. Pero ésta, es solo la enseña más conocida de un grupo más amplio, con Trobo Agricola,  incorporada en 2001 para la producción integrada de la tierra que trabaja en 600 hectáreas de terreno para el cultivo de forrajes, maiz y hierba de más de 150 explotaciones, Tresamb cuyo objeto es la logística específica de contenedores y Ónega Ares que ofrece servicios avanzados de tecnología agraria en 5000 hectáreas de campo gallego y  que se unen en el año 2004. Finalmente el grupo constituye una fundación,  Blas da Ponte de Outeiro con la que se materializa la iniciativa más personal y comprometida de su promotor con el fin de conservar, mantener y poner en valor el paisaje en el entorno de Ponte de Outeiro. 

El grupo alcanza en la actualidad una facturación cercana a los 10,6 millones de euros con unas inversiones cuantiosas en estos años, más de dos millones de euros en una planta de tratamiento de 250.000 toneladas año en Lugo,  otros dos millones de euros para I+D+i y seis millones de inversiones en maquinaria de precisión.    

En una expansión lógica hacia la internacionalización, ha llevado a cabo misiones comerciales en paises an diversos como Portugal, Marruecos, Rusia, Costa Rica, Guatemala o Israel y recientemente se ha implantado con su know how en Paraguay.

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