LA ENTREVISTA

“La tradición no se hereda, se conquista”

César Fernández es uno de los propietarios de la empresa familiar Bodega Cunqueiro en Castrelo de Miño.  

Está la frente de una bodega tradicional y familiar del Ribeiro con casi cien años, que en los últimos ha sido merecedora de premios y suena a la vez como patrocinadora de eventos, muchos relacionados con el mundo del deporte.

¿Ha  cambiado algo la forma de hacer las cosas? 
En los últimos años hemos hecho una puesta fuerte de marketing en la bodega. Todo  lo demás ya lo teníamos. Teníamos todo, teníamos el producto y teníamos el trabajo, es decir  el saber hacer  desde hace cien años y lo único que necesitaba ese fuego era avivarlo. Ahora queremos hacer cosas para que nuestro producto tenga más presencia y si pueden ser cosas diferentes, divertidas y que vayan un poco a contracorriente mejor. El vino y el deporte, por ejemplo no son cosas tan distintas, es una cuestión de mentalidad. Nosotros estamos preparando una andaina Bodegas Cunqueiro  por el Ribeiro y en los avituallamientos queremos poner vino; bueno agua, también. 
Pronto la bodega cumplirá cien años desde 1920 y de hecho estamos empezando a mover esta conmemoración.

Son la tercera generación de una empresa familiar…
Somos dos hermanos y dos primos.  Mi hermano es el enólogo de la bodega, un tío bastante tranquilo que sabe un montón, mi primo es un excelente gestor, controla el tema de la gestión financiera y la  administración, y mi otro primo que es ingeniero agrónomo lleva el control de los viñedos. Yo me encargo de la dirección comercial y de la imagen. Pero la media edad, no llega a los cuarenta (risas).

 Y ¿cómo sienten la bodega desde un punto de vista más emocional o mercantil?
Nosotros fuimos la primera bodega en poner un escaparate en el Corte Inglés con la frase: “la tradición no se hereda, se conquista”. Nosotros queremos seguir ese legado que dejó mi abuelo, quien dejó el listón muy alto. Siempre  se caracterizó Cunqueiro por ser políticamente correcto en todo. Preferimos perder nosotros a que pierda el viticultor y somos responsables socialmente; llevamos muchos años tratando de apoyar que la economía de la zona sea sostenible y en ese camino no nos embarcamos en proyectos que no podamos sostener. Pero para mi la bodega… , nací allí. Estaba allí desde niño, viajaba con mi padre, con ocho años había recorrido media España, recuerdo que en el colegio estudiábamos los ríos y yo ya había pasado por allí los conocía todos. Mi padre trabajó muchísimo en todo lo que yo hago ahora, gestión de ventas, apertura de nuevos mercados, cobros y pagos…

¿Está pasando el Ribeiro un momento dulce?
Ahora el Ribeiro es la hostia, pero es marketing. Desde el Consello Regulador se está vendiendo y muy bien, pero queda mucho por hacer. Porque hay una falta de estructuración tremenda a nivel de la base que es el campo. Hoy un vinicultor no puede vivir del campo,  por tanto es un problema que hace bajar la producción por lo que nos encontramos con producciones más pequeñas, aunque eso sí de más calidad, con viñedos propios, que es adonde apuntamos; pero eso, es al final; mientras, en el camino, lo que hace es que la viticultura en el Ribeiro pase por un momento malo. 

¿Es esa la tendencia en la denominación de origen?
En el Ribeiro se hizo una lectura errónea del camino. Se decía que teníamos que ser como La Rioja o como La Mancha pero nosotros no tenemos metros. ¡A dónde vas!  Si hay bodegas en La Mancha que elaboran en un año lo que todo el Ribeiro en 25. Las bodegas más grandes ante la necesidad de vender, si no había Ribeiro, había otros vinos… y la práctica, por culpa de vender más de lo que se producía bajo la calidad y el precio del Ribeiro, y en ello se cortaron variedades  autóctonas y se plantó jerez y palomino, porque lo único que queríamos era kilos y más kilos, mucha producción sin importar la calidad, porque quisimos ser lo que no podíamos. De unos años aquí, desde hace uno veinte años, se vuelve a vinificar muy bien. Con Emilio Rojo, y Luis Anxo Rodriguez. Y con  gente como ellos empezó a nacer una figura en el ribeiro del viticultor que apostaba por las variedades autóctonas. Ellos han marcado la pauta de que en el Ribeiro se pueden hacer vinos buenos como los de antes y nosotros vamos por ese camino, que es el camino que también llevaba nuestro abuelo de escoger la uva. 

Recomiéndenos un vino...
Tenemos entre nuestros productos, en la gama más alta, un Cunqueiro III Milenium que es el vino que es el que más le gusta a todo el mundo porque está muy bien elaborado y es  fácil de beber; y tenemos otro del que solo hacemos cinco mil botellas, “Máis de Cunqueiro” que aparte de ser único porque es un torrontés, nos convierte en la única bodega que elabora torrontés en toda Europa.

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