Boya, ante el reto demográfico: "Debemos remediar la marcha de jóvenes y mujeres del entorno rural”

El secretario general para el Reto Demográfico afirmó que un ourensano no debe tener menos derechos que un madrileño

Ourense es una de las provincias más envejecidas y en la que la lucha contra la despoblación cobra más importancia que en otros territorios. Por tanto, Francesc Boya, secretario general para el Reto Demográfico del Gobierno, ofreció a los asistentes a la sala de conferencias de Afundación en la ciudad su ponencia “Nuevas oportunidades ante el reto demográfico”. 

En esta charla, que fue retransmitida a través de la web de La Región, José Manuel Miñones, delegado del Gobierno en Galicia, fue el encargado de presentar al ponente. “Esta es la primera vez que un Gobierno central cuenta con una Secretaría General para el reto demográfico, que es, al final, una secretaría para el rural. Y llegar a los ayuntamientos es llegar a los ciudadanos”, valoró Miñones al inicio de la jornada. “Desde el Gobierno, uno de los primeros planes que se presentaron fueron las 130 medidas para el reto demográfico”, recordó el delegado, quien apeló además al trabajo conjunto de todas las administraciones.

Por su parte, Boya llamó a los asistentes a dialogar sobre la cuestión del reto demográfico, ya que “es muy importante que seamos capaces de contrastar todas las visiones, porque este es un tema tremendamente complejo”.  Gracias a este diálogo, “yo sigo aprendiendo y encontrando caras ocultas del problema poliédrico que estamos abordando”, subrayó. 

Y este desafío es clave para la democracia, como defendió el propio secretario general: “¿Por qué alguien que vive en Madrid va a tener más derechos que quien vive en Ourense?”, se preguntó. “Este tema no ocupaba un lugar de primer orden ni en la política ni en los medios de comunicación. Pero hemos ganado el relato, y ahora la mayoría de la sociedad es consciente de que tenemos una España de dos velocidades, con una concentración urbana masiva y un proceso de declive en el interior del país por el que más del 70% del territorio está en retroceso demográfico”, recordó, sin dejar de poner en valor que la política debe actuar ante estas tendencias para corregirlas. 

“No se trata de equiparar densidades demográficas, sino que todos los territorios deben garantizar los derechos y los servicios de las personas que viven en ellos”, matizó Boya. “El desafío de la despoblación es un problema de hace un siglo y Galicia lo conoce mejor que nadie, con procesos de abandono del territorio que han perdurado hasta nuestros días. Y no podíamos mirar hacia otro lado”, prosiguió el ponente, cuando “hay muchos municipios españoles en situación previa al desierto demográfico”.

Otra cuestión clave es el envejecimiento de las sociedades europeas, que afecta aún con mayor intensidad a la provincia. “En Ourense, solo el 22,1% de la población está por debajo de los 30 años”, recordó, cuando esta “es la tormenta perfecta. Somos un país con una tasa de natalidad baja y los entornos rurales no han sido amables para las mujeres, por lo que se han marchado de ellos tanto los jóvenes como ellas, y debemos remediarlo”.

“Hay una brecha entre lo urbano y lo rural”, reiteró Boya, que llamó a “generar atractivo en los territorios rurales”. Y, para ello, se debe luchar contra el prejuicio. “España fue un país con una percepción negativa del rural, aún ahora te sientes agredido cuando ves en algunos medios de comunicación ese trazo grueso con el que se definen las características del medio rural. Francia es muy diferente, con una literatura regionalista y tradición de ministerios por la cohesión territorial”, comparó. 

Desiertos demográficos

“Para evitar los desiertos demográficos, debemos entender que la gran espada de Damocles actual, el cambio climático, no se puede solventar sin el medio rural”, prosiguió. “La pandemia nos puso ante una evidencia frente a la cual debemos reconsiderar cómo hemos gestionado nuestras capacidades como país”, añadió, porque “las palancas para mitigar el cambio climático están en los entornos rurales. La alternativa es mirar hacia el medio rural, que sí es sostenible”, destacó. Para ello, “debemos diversificarnos, pensando en las nuevas oportunidades que brinda la tecnología para transformar los entornos rurales y no solo en el agro”, cuando “grandes empresas como Inditex nacieron en el rural”.

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