FORO LA REGIÓN

Fernando Ramos: “Una urbe tiene que crecer, pero hay elementos que se deben conservar”

A la derecha. Fernando Ramos, acompañado de José Platero, se dirige al público que lo escuchó atentamente.
photo_camera A la derecha. Fernando Ramos, acompañado de José Platero, se dirige al público que lo escuchó atentamente.
Fernando Ramos recordó cómo era el Ourense de antaño, que era “distinto donde todos los personajes tenían un gran humor”

El doctor en Derecho y Ciencias de la Información, Fernando Ramos, aseguró ayer en el Foro La Región que las dos secuencias esenciales en las que resume el Ourense evocado son “el traslado de doña Concepción Arenal de un monumento en el centro de la ciudad a una rotonda de tráfico y la movilización de la ciudad para evitar la instalación de una celulosa a un tiro de piedra de la ciudad”.

Ramos, que fue presentado por José Platero, comenzó su ponencia citando a Álvaro Cunqueiro. “Contó que en una ocasión estaba dando una conferencia literaria y estaba a su lado el alcalde de Vigo porque aquel día había sido la fiesta de los taxistas y hubo una enorme mariscada. El público comenzó a reírse y Cunqueiro empezó a sentirse incómodo y acabó la conferencia, y con el aplauso de la gente el alcalde aplaudió y dijo: ‘Viva San Cristobal’ (patrón de los taxistas)”, explicó.

En este sentido, subrayó que el escritor aconsejaba no dar una conferencia al lado de un alcalde y que él se sentía muy cómodo teniendo a José Platero sentado junto a él. 

Tras contar la anécdota, contó que la última vez que habló en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, en un acto de la Facultad de Derecho, el actual ministro, Grande-Marlaska defendió que es contra derecho promulgar una ley particular, ya que debe ser igual para todos. “Si hoy estuviese aquí este personaje a lo mejor decía otra cosa distinta a la de aquel día”, señaló Ramos.

Ciudad de antaño

Posteriormente, se adentró a recordar la ciudad de antaño que él conoció, recordando los limpiabotas que había entonces o a los futbolistas. “Era un Ourense distinto donde todos los personajes tenían un gran sentido del humor”, confesó. En esta línea, señaló que en la ciudad faltan elementos esenciales de la relación social como el Café Miño o El Cortijo. “¿Hay algo qué sustituya a aquellos lugares? Yo me temo que no, porque la ciudad se valoró como bien de cambio y no de uso”, manifestó. Por ello, aseguró que “creo que una ciudad tiene que crecer y desarrollarse, pero hay elementos que deben conservarse, Ourense tenía cosas formidables que ya no tiene”. 

Puso como ejemplo de esto O Volter, un espacio “donde había algo mágico, en ningún lugar de Galicia había un sitio como este en el que se reunían los ‘artistiñas’, hasta venían de Vigo”. En este sentido, señaló que era un centro de convocatoria de lo que se llamaba el amor inteligente a Galicia, “esto Ourense lo ha perdido, en otros lugares de Europa un sitio como O Volter habría sido una fundación municipal y se habría conservado”. 

De aquella época citó a la redacción de La Región en la que, según contó, trabajaba Jimeno, que ganaba todos los años el concurso de humor que se convocaba en Valencia, de hecho, lo dejaron de convocar”. También recordó a personajes ilustres como Ramón Otero Pedrayo, Xaquín Lorenzo, Eugenio Montes, Luis Madriñán o Blanco Amor. En ese momento, Ramos indicó que “la actuación más miserable del Ayuntamiento de Ourense fue cuando muere Blanco Amor, que en vez de ponerlo en el salón de sesiones, lugar más noble de la ciudad, lo puso en la planta baja, entre las oficinas administrativas”. 

Asimismo, citó la importancia que tuvo y tiene en la ciudad la cultura musical en la familia. “Hay unas grandes cantantes de todo tipo, pero hay una soprano lírica que para mí es tan buena como era alguna de las más famosas del mundo: Charo De León Castro”, dijo Ramos, quien a continuación puso un audio donde se podía escucharla cantar. 

Tuvo también un recuerdo para la elección de la reina de las fiestas que se hacía hace años. “En Ourense estaban los grandes diseñadores de carrozas de fiesta, algo que ha venido bastante a menos”, expresó.

Respecto a los lugares inolvidables de Ourense nombró el restaurante La Regidora, “un sitio de relación social”, y considera que perder este tipo de centros de referencia despersonaliza la ciudad. “Estaba llena de elementos simbólicos como los manteles a cuadros y el reloj”, indicó. 

Ramos señaló que “cuando uno va ahora por el centro de Ourense se da cuenta de que faltan elementos de nuestra propia vida, sobre todo de los que tenemos cierta edad, y además están vinculados a episodios históricos importantes nuestros, a lo cotidiano feliz”.

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