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Foro La Región, con Ángel Mario Carreño: “¿Quién me iba a decir que aquí iba a desarrollar gran parte de mi vida?”

Ángel Mario Carreño en un momento de su ponencia, que apoyó en fotografías (derecha) de su extensa historia en el mundo de la política.
photo_camera Ángel Mario Carreño en un momento de su ponencia, que apoyó en fotografías (derecha) de su extensa historia en el mundo de la política.

Carreño, que fue presentado por el expresidente de la delegación ourensana del Colegio de Arquitectos, José Jaime Vázquez, empezó recordando que ayer se cumplían 147 días del inicio del conflicto en la Franja de Gaza y haciendo referencia a Pedro Sánchez. “El santo abandonó sus planes de futuro para hacerse monje, ¿le imitará el que hoy celebra en Moncloa su cumpleaños?”, señaló.

Citando a Gabriel García Márquez y su frase de “la vida no es lo que viviste, sino lo que recuerdas”, empezó su andadura por sus memorias. De esta forma, contó que su primer contacto con Ourense fue en el verano de 1959, cuando llegó de madrugada a A Gudiña para hacer un trabajo de maquinaria en Viana do Bolo. “¿Quién me iba a decir que en Ourense desarrollaría gran parte de mi vida, tendría mis mejores amigos y mis mayores enemigos, entre ellos, el casi eterno alcalde de Viana, Neftalí Prieto?”, aseguró.

Recién casado, según explicó, se fue con su mujer a A Coruña para cumplir sus cuatro meses de alférez de complemento. “Para complementar el sueldo mensual, entré en Fenosa y allí recibí la invitación de su entonces gerente, Benigno Quiroga, para quedarme definitivamente en la empresa y la acepté”, indicó Carreño, quien iba a trabajar en las obras del Baixo Miño.

Su primera residencia en Ourense fue el Hotel Parque, donde trabajó en las obras de Velle. “Allí llegamos a tener 1.500 obreros alojados en pabellones de madera”, explicó. Al mismo tiempo que avanzaban las obras en Velle, estaba en construcción el chalet donde viviría, que fue visitado en 1964 por los entonces príncipes de España, Juan Carlos y Sofía. 

Fue justo en ese año cuando entra a trabajar en la Diputación para encargarse de atender los caminos en los que tenía competencia el organismo. Un año después, en 1965, se pone en marcha el Polígono de San Cibrao das Viñas, encargándose Carreño de redactar el proyecto de su urbanización.  

Vuelta a Galicia

Tras pasar tres años fuera de Ourense, la victoria de Alianza Popular en octubre de 1981 acaba aupando un año después a Carreño como conselleiro de Obras Públicas e Ordenación do Territorio. Fue entonces cuando ofreció a Mariano Rajoy el cargo de secretario general técnico, pero este lo rechazó, ya que fue a otra Consellería. Con la marcha del vicepresidente de la Xunta al Congreso, Carreño llega a la Vicepresidencia de la Comisión Mixta de Transferencias a Galicia.

En 1984, llega a la presidencia de Alianza Popular en Ourense con los objetivos de acabar con la deuda del partido y aumentar los afiliados. “Conseguí por primera vez que un alcalde pasase de Coalición Galega a nuestro partido”, confesó. Dos años después, fue nombrado conselleiro de Economía e Facenda. “La doble Consellería, la presidencia provincial y los problemas del partido en Ribadavia suponían jornadas agotadoras que me impedían ir a dormir a mi piso coruñés, quedándome en un hotel de Santiago”, confesó. 

Por ello, renunció a seguir en el Gobierno y dimitió de Alianza Popular, aunque en 1989 volvió a la política, siendo elegido diputado en el Congreso por la provincia de Ourense. “Estuve tres legislaturas en el Congreso y en el primer año estoy entre los diputados con más intervenciones”, señaló. 

A sus 65 años, era por edad el número 13 de los 350 diputados y podía jubilarse como funcionario, por lo que tomó la decisión de no acudir a ningún proceso electoral. “Mis últimos meses los dediqué a trabajar en la biblioteca de la Cámara Baja en el libro ‘Los ingenieros de caminos en el Congreso”, confiesa.

Tras dejar de ser diputado, rechaza un homenaje de despedida del PP de Ourense, pero sí aceptó la Presidencia del Congreso Provincial. Pese a las muchas muestras de cariño que recibió después de abandonar la política, Carreño recordó que la empresa propietaria de la Central de Velle se olvidó incluirlo entre los invitados a la celebración de sus cincuenta años

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