Martín Godino: "Esta reforma laboral ha sido muy prudente, se toca poco la de 2012"

Martín Godino Reyes es un referente en el Derecho laboral, especialidad en la que ejerce como abogado. El próximo miércoles será uno de los invitados al Foro La Región, donde abordará “la reforma laboral desde dentro, aspectos clave de la negociación y redacción”. Su ponencia desvelará los secretos sobre una normativa que acaparó los titulares de la prensa durante las últimas semanas y que busca reducir la temporalidad en los contratos impulsando la contratación indefinida. ¿Cuáles son los aspectos clave de esta reforma laboral? Yo creo que tiene muchos porque es una reforma importante, pero yo claramente señalaría que establece un nuevo modelo de contratación laboral, la contratación no se había tocado en la reforma de 2012, y por tanto el nuevo modelo que se diseña es un modelo que cambia las reglas de juego. Ya veremos el funcionamiento, porque la finalidad de ese modelo de contratación es reducir la tasa de temporalidad, que estamos 10 puntos por encima de la media europea. La medición no se va a poder hacer al menos hasta que transcurran unos cuantos meses, o un año, pero claramente creo que es lo más importante de la reforma, ese nuevo modelo de contratación. En lo demás, la reforma ha sido muy prudente, muy moderada, se toca muy poquito de la reforma laboral de 2012. Sí que ha habido cambios que afectan a la negociación colectiva, con modificaciones que no son radicales, pero sí puntuales que vienen a reforzar en el modelo de negociación colectiva la presencia del convenio sectorial. Dice usted que los efectos tardarán meses en verse, sin embargo el número de contratos indefinidos ya ha aumentado y el Gobierno lo achaca a la reforma… Yo creo que no se debe a eso, a mí me parece que es completamente prematuro, de hecho la reforma de la contratación entra en vigor el 31 de marzo, con lo cual a mí me cuesta pensar que este incremento de los contratos indefinidos son ya fruto de la reforma. Yo creo que es pronto, que hasta después del verano, esa época estacional donde la contratación temporal tiene más importancia, no se va a poder ver si ha cambiado. También tiene que cambiar la cultura de las empresas. Lo que no ha tocado esta reforma es la cantidad de días de indemnización por despido, ¿por qué? Porque yo creo que, aunque no se haya reconocido, y desde luego desde el Gobierno no se va a reconocer, la reforma laboral de 2012, en esta materia del despido, creo que ha funcionado razonablemente bien, y el coste del despido no ha hecho que se disparen los despidos, pese a lo que se temía, no se ha notado que haya más despido, ni individual ni colectivo. Hubiera sido muy mal visto por los inversores, internacionales sobre todo, una vuelta a indemnizaciones por extinción de contrato más altas. Ya tenemos la indemnización más alta que la que se aplica en otros países, y la vuelta a cifras anteriores, de 45 días o más, hubiera sido mal recibida con seguridad, y creo que por eso no se ha hecho. Esta reforma ha sido criticada por sectores que están tanto más a la derecha como a la izquierda del Gobierno, ¿a qué se debe? Eso normalmente suele ser una buena noticia, yo publiqué un artículo al día siguiente a la votación y califiqué la reforma de moderada y prudente y yo creo que lo es, aunque todo puede ser objeto de crítica. En general es una reforma que, aún siendo muy importante, no es revolucionaria, no altera el modelo de relaciones laborales, y todo el mundo se ha tenido que dejar, sindicatos y empresas, las posiciones de máximos, quizá por eso, como toda reforma equilibrada, tiene detractores en posiciones más maximalistas. Es verdad que hay sectores que han estado demonizando la reforma laboran del 2012 durante todos estos años, que se han quedado insatisfechos porque esto no es una derogación de la reforma de 2012. A la vez es una reforma que introduce elementos muy importantes que son restrictivos para las empresas, que visto desde algún otro lado puede parecer que son cargas que se imponen a las empresas. Una y otra cosa hacen aparecer esas críticas, que muestran que esta reforma está en un razonable equilibrio. La reforma es fruto de un consenso entre sindicatos y patronal ¿cómo de importante es eso? Es fundamental, las reformas laborales pactadas se ha demostrado que han tenido un recorrido mejor que las reformas no pactadas. Eso no es una garantía de acierto, pero sí es una garantía de mayor eficacia en la aplicación, tendrá más eficacia y se aplicará más en la realidad que si no hubiera sido consensuada. Para obtener el acuerdo se han tenido que limar muchas asperezas, las propuestas primeras del Gobierno no tiene nada que ver con lo que se ha acordado. Esa limitación del programa de máximos es fruto del acuerdo, yo creo que es algo bueno. También será recordada por una votación en el Parlamento que se decidió con un error humano, ¿puede esto restarle legitimidad? No lo creo, hay mecanismos legales para impugnarlo, creo que fue esperpéntico y la verdad es lamentable, pero hoy por hoy las resoluciones dictadas por los órganos del Congreso han sido de no admitir el cambio de voto, y yo creo que no le quita legitimidad, introduce un factor de esperpento que nunca es bueno, pero a partir de ahí es un problema de legalidad, no de legitimidad, hoy por hoy eso es válido, ya veremos porque hay mecanismos para recurrir. También pienso que si volviera a tener que realizar la votación, en mi opinión, el resultado volvería a ser de convalidación. ¿En qué consiste la figura del contrato indefinido discontinuo? El contrato fijo discontinuo no es nuevo, pero ahora sale muy reforzado porque el contrato fijo discontinuo estaba ligado cuando la actividad era intermitente por factores externos, como la estacionalidad en el ámbito de la agricultura. Ahora la novedad es que el contrato ya no solo puede obedecer a factores externos, sino también a factores de la propia organización de la empresa, que esta tenga necesidades que son intermitentes. El contrato fijo discontinuo está llamado a recoger todas esas actividades que son intermitentes pero que se repiten en el tiempo. También refuerza el ERTE, ¿ha llegado para quedarse? Sin duda, el ERTE ya estaba antes de la pandemia, aunque es verdad que se han introducido flexibilizaciones en su tramitación, tambien de ventajas en las cotizaciones a la Seguridad Social y en las prestaciones por desempleo. Lo que ha hecho la reforma es convertir en estructural algunas de las ventajas que se introdujeron en los últimos tiempos.