Pyjama Party”, la nueva novela del ourensano Alfonso Sobrado Palomares, se presentará esta tarde en el Liceo, dentro del Foro La Región, a las 20,15 horas.
Años 60. Dos mundos enfrentados: el de una España gris donde todo es pecado, y el de una Inglaterra símbolo de los nuevos tiempos, donde todo se puede descubrir. Ese es el eje sobre el que gira la historia de un joven estudiante de periodismo en “Pyjama Party”, la nueva novela del ourensano Alfonso Sobrado Palomares, que presentará esta tarde en el Liceo, dentro del Foro La Región, a las 20,15 horas.
¿Qué quería contar de los 60?
A Europa llegaban vientos de novedad. Hacía 15 años que la Segunda Guerra Mundial había acabado y los jóvenes de ese momento se creían con derecho a ser felices. Era la apuesta por la libertad, por la caída de todos los tabúes sexuales, eróticos, de todo tipo. Los 60 fueron, posiblemente, los más apasionantes de la historia de Europa. En cambio, en España todo era diferente. Habían pasado 20 de la guerra, pero era de la victoria. Sólo tenían voz los vencedores, mientras que los otros vivían en el lado oscuro, marginados. Había una especie de resignación callada y un estado policial que todo lo controlaba. Ahí comienza mi historia.
¿Es o no autobiográfico?
No, no lo es. Aunque muchos han creído ver una autobiografía, como mucho es una autoficción. Lo que ocurre es que el protagonista es un joven de entonces que estudia periodismo y emprende un viaje iniciático hacia la libertad, hacia el erotismo, la sensualidad y hacia un mundo distinto. Escogí un estudiante de periodismo porque, desde el punto de vista de la creación, me convenía alguien inquieto, preocupado por lo que ocurría fuera y aburrido de lo que estaba dentro. Este libro también es una crónica de la cultura de la época. Pero todo lo que cuento de ese estudiante de periodismo no tiene nada que ver conmigo.
¿Se han mitificado los 60?
Creo que sí hay mucha mitificación de los 60 y también de los años 20. Fueron generaciones que querían liberarse inmediatamente de la guerra y echarse a vivir. Fueron unas épocas muy creadoras, y de las que más aportaron a la sociedad, sobre todo en el arte.
Culturalmente, ¿cómo estamos ahora respecto a esa década?
Es distinto, porque las inquietudes son otras, pero en España yo creo que ahora estamos infinitamente mejor. Aquí los 60 empezaron más tarde, y nosotros no teníamos nostalgia del pasado sino del futuro, porque sabíamos vagamente lo que había en Europa.
¿Por qué “Pyjama Party”?
Aquí, en aquellos años, el baile agarrado era una cosa de gran debate de los obispos y los malos pensamientos eran pecado. Llegar a Inglaterra y encontrarte con los “pyjama party” (fiestas de pijamas), donde las chicas, ninguna de la Europa del Sur, todas de París para arriba, aparecían con lo que se llamaba picardías o baby doll, era algo tremendo, ya pensabas que estabas en el infierno.
¿Por qué este libro ahora?
Porque quise dejar el testimonio de una época, fuera del testimonio personal. Quise contar lo que era la juventud de aquellos años, en Europa y en España, y mostrar el dualismo que existía. Quería dejar testimonio de que existió esa diferencia. El libro es también el mosaico de una época.
¿Se cumplieron los sueños de aquellos años o decepcionaron?
¿Decepciones? Sí. No hay ninguna revolución que haya sido entusiasta al principio y siga entusiasmando después. En la historia de la humanidad, las esperanzas que hay cuando se comienza una revolución terminan siempre regular.
