El músico y escritor será el protagonista de un nuevo Foro La Región
El 26 de abril de 1968 se escuchaba por primera vez la canción protesta gallega. El concierto fue en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela y allí estaban los fundadores de Voces Ceibes, el colectivo que oficialmente arrancó en mayo de aquel año, el famoso mayo del 68 en el que las revueltas estudiantiles dieron la vuelta al mundo. Aquí los recitales eran con poemas de Celso Emilio Ferreiro, pero también alguna letra de autor. Como, por ejemplo, las del músico y escritor Vicente Araguas, uno de los fundadores de Voces Ceibes. Araguas protagoniza junto al músico Miro Casabella–el único en activo de aquella revolución–el Foro La Región de hoy, en el que desgranarán los detalles de aquel fenómeno de denuncia. Una referencia histórica que queda alejada para los jóvenes de hoy, según cuenta Vicente Araguas. La cita es a las 20,15 horas en el centro cultural Marcos Valcárcel.
Dice que “Voces Ceibes" fue una historia de amor. ¿Por qué?
Voces Ceibes aparece en torno al mayo del 68, aunque fue antes. A finales de enero arranca la revuelta estudiantil. Independientemente de la cuestión política, una dictadura, aquí fue una fiesta relativa. Un sistema rancio más cruel de lo que pensábamos. Fue una historia de amor a una tierra, a un idioma y a una gente y todo ello en ese contexto de una revolución. La gente que era opuesta a aquello (al franquismo) no éramos tantos. Y la juventud si no está enamorada, qué perdición. Los amores suelen acabar mal, aunque luego tenemos la oportunidad de volver a empezar.
¿Fue más difícil hacer canción protesta en Galicia que en el resto de España?
Los pioneros fueron catalanes, de hecho nosotros grabamos en Cataluña. Sí, fue más complicado, porque ni había infraestructura, ni tradición, ni el soporte de una burguesía. Fui de los pocos cantautores que cantaban sus propios textos, la gente echaba mano de poetas, sobre todo de Celso Emilio Ferreiro. Así que el término canción protesta es muy relativo, porque también se hacían canciones de amor. Es un término quizás peyorativo, siguiendo a Celso Emilio de Celanova, mejor poesía de tendencia, de beligerancia, de denuncia... En ese momento era tomar postura, pero independientemente de nosotros, hay una canción comercial en gallego que comenzó a surgir.
La mayoría eran canciones a partir de poetas. En cierto modo, ¿fue miedo a crear un propio discurso?
No, creo que era incapacidad para hacer letras. Miro Casabella, el único que está en activo, creo que es de los pocos que tenía sus letras también.
¿Qué banda sonora le pondría al fenómeno Voces Ceibes?
Creo que "O meu país", de Miro Casabella. La letra es de un poeta ourensano de Castro Caldelas, Xoan Manuel Casado. Es más, la utilizaría como himno de Galicia. Bibiano Morón, fallecido, que trabajó muy bien el folk-rock y Miro Casabella, son los que más me interesan de Voces Ceibes. Yo no descarto en ningún momento grabar canciones que me quedaron pendientes. Ya sin el descaro de aquella época.
¿Voces Ceibes es un fenómeno lejano para los jóvenes de hoy?
Sí, del mismo modo la canción de autor está de capa caída. Queda muy lejos, es una referencia histórica. Es un nombre de calle en Santiago de Compostela y en Culleredo. Una referencia que va acompañando al mayo compostelano. ¿Qué queda de Voces Ceibes? Tuvo su incidencia, gente me sigue recordando por ello aunque después haya hecho cosas mucho más interesantes. Cantamos en múltiples sitios donde se podía burlar la censura, y en iglesias también. n
