La mujer declara que su ex pareja la acuchilló intencionadamente, porque acababa de anunciarle que quería romper la relación

El acusado de intentar matar a su novia en Poio asegura que ella se clavó accidentalmente un cuchillo

El ferrolano Roberto B.M. acusado de intentar matar a su novia, una vecina de la localidad de Combarro, en el municipio pontevedrés de Poio, aseguró que la cuchillada que la mujer recibió en un costado fue accidental.
El acusado, de 38 años de edad, relató en la vista, celebrada hoy en la Audiencia Provincial de Pontevedra, que el 28 de febrero de 2008 fueron a consumir droga a Campañó, cerca del poblado de O Vao donde acababan de comprarla, y comenzó entre ambos una discusión durante la que forcejearon y cayeron.

Según el acusado, ‘en ese momento debió de ser cuando ella accidentalmente se clavó el cuchillo’, que uno de los dos tenía en la mano para abrir las papelinas de heroína y cocaína.

ROMPER

‘En la caída cualquiera de los dos podía haberse clavado’, manifestó el acusado. Sin embargo, la mujer aseguró que su ex novio la acuchilló intencionadamente, porque acababa de anunciarle que quería romper la relación y le pidió que se fuera de casa.

‘Me arrastró por los pelos hasta el monte y me clavó un cuchillo varias veces’, relató la mujer, si bien debido a la cazadora acolchada que llevaba puesta únicamente sufrió una puñalada grave en el costado izquierdo.

Las peritos informaron hoy en el juicio que la mujer ‘tuvo suerte’ porque la trayectoria del cuchillo no afectó a ningún órgano vital.

Añadieron que el arma ‘entró con fuerza hasta la empuñadura’, y negaron ‘rotundamente’ que una lesión de ese tipo pudiera producirse accidentalmente.

SE HIZO LA MUERTA

La víctima explicó que se hizo ‘la muerta’ y entonces él se cortó en un brazo y se desvaneció, momento que ella aprovechó para pedir ayuda porque oyó cerca el camión de la basura.

El fiscal pidió diez años de prisión para Roberto B.M., quien en 1992 ya fue condenado por la Audiencia de A Coruña a 30 años de prisión por robo con homicidio.

Precisamente estaba cumpliendo esta pena de prisión cuando conoció a su novia y comenzó esta relación, que mantuvieron separados hasta que al cumplir quince años de condena él aprovechó un permiso penitenciario para fugarse y se fueron a vivir juntos a una casa en Poio.

Tuvieron un hijo y allí permanecieron los últimos dos años y medio, con él en busca y captura por quebrantamiento de condena y alguna que otra incursión delictiva compartida por la pareja.

La Policía les atribuyó varios robos ya juzgados, y ambos fueron condenados.

Te puede interesar