Alimentación o textil, los sectores más afectados

El próximo mes de septiembre se cumplirá un año desde la entrada en vigor de la normativa que obliga al pago de peaje en las antiguas SCUT del norte de Portugal y todavía el gobierno portugués no ha clarificado el modo de pago para los conductores extranjeros, que siguen reivindicando una forma de pago unitario.
Las consecuencias de este primer año ya se prevén catastróficas para la eurorregión. El 88% de las exportaciones que Galicia realiza al norte de Portugal se hacen a través del transporte por carretera y, en el caso contrario, casi el 95 por ciento de las exportaciones lusas a la Comunidad gallega, usan ese mismo medio de comunicación. Según la Agencia Europea de Cooperación Territorial, el impacto sobre el tráfico es más elevado que la media en vías como la A-28, que une Oporto y Caminha, con un 22,4 por ciento menos de vehículos; y la A-27, entre Viana do Castelo y Ponte de Lima, con un descenso del 14,3%, aunque los datos se refieren a nivel general y no sólo sobre los usuarios gallegos.

Un estudio de la AECT refleja que los sectores más afectados por los peajes, son el alimentario, el textil y la metalúrgica, los que realizan más transportes por carretera en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal. Las exportaciones de Galicia a Portugal tienen un peso del 1,5% del PIB y se estima que los peajes pueden provocar la disminución de las exportaciones y del nivel de producción, de entre un 0,4 y un 2 por ciento.

Ya en los primeros meses, la afluencia de vehículos cayó en un 10% y el sector servicios y de turismo de municipios fronterizos ha visto como la caída de negocio se ha situado en el 30%, de ahí la necesidad de tranquilizar a los conductores hasta que finalice el verano.

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