Argumenta que la Policía confundió un abrazo entre amigos con una venta de droga

Agentes de la Policía Nacional en una imagen de archivo. LR
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Alega "le di un abrazo y las felicidades" porque días antes había sido su cumpleaños, y que el supuesto cliente le estaba devolviendo 20 euros prestados con anterioridad

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha celebrado este jueves un juicio por tráfico de drogas a pequeña escala en el que el acusado, un joven pontevedrés, ha defendido su inocencia con el argumento que la Policía Nacional confundió un abrazo a un amigo con una venta de cocaína.

La Fiscalía solicita una condena de cinco años de prisión y el pago de una multa de 200 euros para este joven reincidente que en 2017 ya fue condenado por un delito contra la salud pública a 1 año y meses de prisión.

El abogado de la defensa solicita su libre absolución al entender que "no se han aportado pruebas de la comisión del delito" y que los hechos que relata la fiscal "no son ciertos".

Según ha relatado durante la vista oral, sobre las 22.20 horas del 3 de octubre de 2022 en el centro histórico de Pontevedra, la Policía Nacional presenció una transacción en la que el acusado le entregó a otro joven un envoltorio plástico con 0,364 cocaína de una pureza de 83,1% a cambio de cierta cantidad de dinero.

Cuando los agentes le dieron el alto, él tenía 4 unidades de éxtasis "que llevaba para destinarla igualmente a su distribución entre terceras personas", según entiende la fiscal.

Además, tenía en una riñonera 850 euros y 135 euros sueltos que la fiscal considera que son "procedentes de dicha actividad".

El acusado ha justificado la posesión de la droga en el autoconsumo ya que reconoció que, en esa época, consumía de forma habitual cocaína y éxtasis de modo puntual.

También ha añadido que en la actualidad, se encuentra a tratamiento y está "mucho mejor", pues logró dejar el consumo de alcohol y drogas. Respecto al dinero dijo que se lo había dado su madre para que comprase dos sillas de niño para el coche, algo que corroboraron tanto su madre como su ex pareja y madre de sus dos hijos.

El joven ha explicado que después de una tarde de compras se quedó en el casco histórico tomando unas cervezas y saludó a varios amigos, uno de ellos fue el supuesto comprador, al que "le di un abrazo y las felicidades" porque días antes había sido su cumpleaños.

El otro joven le entregó 20 euros porque "se los había dejado unas semanas antes de fiesta" y se los estaba devolviendo, pero niega que, a cambio, él le entregase un envoltorio con cocaína.

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