Está acusado del homicidio de su esposa en septiembre de 1996 en Guillarei (Tui)
La Audiencia Provincial de Pontevedra volverá a acoger en dos semanas el juicio contra un ciudadano de origen alemán acusado de haber matado a su mujer hace 16 años.
De hecho, ya ha pasado una década desde que un jurado popular dictaminase que Jurgen Dietmar era culpable de haber matado a su esposa, pero poco después el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anuló la condena de 12 años y ordenó repetir la vista.
Para aquel entonces, cuando se celebró la vista anterior, este ciudadano alemán había agotado el tiempo máximo de prisión preventiva, por lo que quedó en libertad y huyó.
El pasado año, el acusado, fue detenido de nuevo en Bolivia y en quince días volverá a ser juzgado en Pontevedra por un crimen ocurrido hace 16 años.
La detención de Jurgen Dietmar Zillman se produjo el 11 de mayo de 2011 y, atendiendo a una orden de captura internacional, los agentes de la Interpol le apresaron en Cochabamba (Bolivia).
Según informó a la prensa local el comandante de Interpol, Elvin Baptista, la Policía lo encontró en un apartamento de la urbanización La Floresta, en Cochabamba donde vivía junto a una boliviana y 'se dedicaba al comercio'.
Tras pasar un año de cárcel, primero en la boliviana de San Sebastián y ahora en España, el próximo martes 17 de abril acudirá de nuevo a la Audiencia provincial de Pontevedra.
EXTRADICIÓN
Atendiendo a la solicitud formulada por la Embajada Española, la Corte Suprema de Justicia envió al detenido a la Península, amparada en un convenio de extradición entre Bolivia y España.
En la Sección Primera del alto tribunal pontevedrés nueve miembros de un jurado decidirán si es inocente o culpable Jurgen Dietmar Zillman, nacido el 5 de julio de 1937 en Berlín, acusado del homicidio de su esposa, Carmen Alén Gómez, de 58 años, en septiembre de 1996 en Guillarei (Tui).
PRIMER JUICIO
Durante el primer juicio el Ministerio Público mantuvo que la mujer murió 24 horas antes de que se celebrarse una vista por una demanda de separación que la esposa presentó, entre otras razones, por la violencia que supuestamente ejercía este hombre con su familia, hecho que los hijos denunciaron ante las autoridades.
Según la tesis de la acusación pública, Jurgen Dietmar supuestamente asfixió a su mujer y, posteriormente, el procesado, 'tras atar una piedra al cuello de la víctima, arrojó su cadáver al Río Miño', descubriéndose el cadáver cuatro días después en Portugal 'con una bolsa de plástica introducida profunda y completamente en la boca, y en avanzado estado de putrefacción'.
El TSXG anuló la sentencia que le condenaba a 12 años de prisión y ordenó repetir el juicio atendiendo al recurso planteado por la acusación particular presentada por los hijos. Éstos consideraban que no se preguntó al jurado si el acusado actuó o no con alevosía, por lo que reclamaban un castigo mayor, de 20 años de cárcel por asesinato.
