Las cenizas de 'Man de Camelle' reposan ya en su caseta museo

Las cenizas de Manfred Gnädinger, 'Man de Camelle', reposan desde ayer, cuando se cumplieron diez años de su muerte, donde siempre quiso, en la caseta museo que esculpió en la roca junto al mar en esta localidad de la Costa da Morte. Sus cenizas fueron incineradas ayer en A Coruña después de que el jueves se exhumase el cadáver tras meses de trámites para cumplir uno de los deseos que el anacoreta dejó escrito en su testamento: que sus cenizas se enterrasen junto a su vivienda.
'Al menos uno de sus deseos se cumple', afirmó la presidenta de la Fundación Man, Mercedes Martín, quien reclamó al Estado que cumpla con el otro encargo, el de conservar el legado de su obra. Para ello, recordó Martín, 'Man de Camelle' dejó 120.000 euros que hasta la fecha no han servido para evitar que el paso del tiempo continúe deteriorando la obra artística del alemán.

El acto, en el que estuvo presente un sobrino del artista, Clemence Gnädinger, coincide con el décimo aniversario del hundimiento del Prestige cuya marea negra enlutó el ánimo de 'Man', que falleció semanas después. Una fecha 'simbólica' para recordar la figura de Man y su legado, afirmó Martín.

El cortejo fúnebre estuvo compuesto por unas doscientas personas.

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