El secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, apeló al realismo para reconocer que es increíblemente difícil que el Censo de Residentes Ausentes (CERA) pueda votar en urna en las autonómicas del próximo año 2009.
A preguntas de los periodistas sobre este tema, Rodríguez explicó que, aunque el Congreso de los Diputados apruebe la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) antes de los comicios gallegos, no se deben obviar las dificultades logísticas para garantizar la seguridad y el orden del sufragio de los residentes en el exterior.
No creo que haya método para montar la logística fenomenal que es necesaria, enfatizó para concluir que es difícil que el voto en urna sea una realidad en las autonómicas. Esto no se hace en una semana, no se reduce a montar diez urnas en Buenos Aires y Montevideo, ilustró, después de mostrarse consciente de que la emigración gallega está repartida por todo el mundo.
Hay gallegos desde Toronto --en Canadá-hasta Ushuaia --en Argentina, ilustró para evidenciar las dificultades técnicas de implantar el voto en urna. En esta línea, habló de la posibilidad de que no se pueda garantizar que el 100 por ciento de los emigrantes pueda ejercer su derecho a voto y, en este caso, se mostró partidario de mantener el sistema actual para dar prioridad a que pueda votar todo el mundo.
En todo caso, abogó por seguir avanzando de cara a implantar el voto en urna de forma irreversible para que en uno o dos años el sufragio de los emigrantes no sea asunto de debate y los emigrantes dejen de sentirse cuestionados.
No creo que haya método para montar la logística fenomenal que es necesaria, enfatizó para concluir que es difícil que el voto en urna sea una realidad en las autonómicas. Esto no se hace en una semana, no se reduce a montar diez urnas en Buenos Aires y Montevideo, ilustró, después de mostrarse consciente de que la emigración gallega está repartida por todo el mundo.
Hay gallegos desde Toronto --en Canadá-hasta Ushuaia --en Argentina, ilustró para evidenciar las dificultades técnicas de implantar el voto en urna. En esta línea, habló de la posibilidad de que no se pueda garantizar que el 100 por ciento de los emigrantes pueda ejercer su derecho a voto y, en este caso, se mostró partidario de mantener el sistema actual para dar prioridad a que pueda votar todo el mundo.
En todo caso, abogó por seguir avanzando de cara a implantar el voto en urna de forma irreversible para que en uno o dos años el sufragio de los emigrantes no sea asunto de debate y los emigrantes dejen de sentirse cuestionados.