Además, la reducción anunciada por Feijóo ya está contemplada en la legislación desde 2011

Los expertos restan eficacia a la rebaja de tasas agrarias

Núñez Feijóo, durante su intervención en el pleno. (Foto: LAVANDEIRA JR)
Expertos en materia fiscal consideran que la rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones adelantada esta semana por el presidente de la Xunta 'no es un gran incentivo' y señalan que para lograr el objetivo de generar actividad en el rural serán necesarios 'estímulos más potentes'.
El secretario general de Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda, José María Mollinedo, consideró ayer que la rebaja del 99% en el impuesto de sucesiones y donaciones para los supuestos en que fincas rústicas en desuso sean transmitidas a agricultores para explotarlas 'no es una medida mala', pero 'otra cosa es que vaya a ser realmente eficaz'.

En todo caso, la pretendida novedad de este anuncio no es tal, ya que entre las numerosas exenciones y rebajas fiscales recogidas en el Decreto Legislativo 1/2011, del 28 de julio del 2011, ya estaban contempladas las del 99% para las sucesiones y donaciones de terrenos agrícolas en determinadas condiciones.

Mollinedo valoró que la propuesta avanzada esta semana por el presidente de la Xunta, que quiere introducirla en los Presupuestos para 2014 mediante una enmienda, persigue que comience a producir 'algo que está improductivo'. En este sentido, cree que 'se puede justificar la pérdida tributaria' que supone reducir el impuesto, si el fin es mejorar la actividad económica.

'Es verdad que lo va a sufragar la Xunta, pero va a redundar en la mejora de la economía local', argumenta y señala que el inicio de actividad redundará también en recaudación de impuestos por la inversión para explotar la tierra o la venta de frutos. 'Es como una especie de apuesta: no cobramos estos impuestos para que mejore la actividad y, en el futuro, la recaudación', explica.


EFICACIA CUESTIONABLE

Mollinedo cuestiona la eficacia de la propuesta y se pregunta cuántas fincas que no estaban en uso pasarán a ser explotadas 'por no tener que pagar el impuesto'. 'Tal vez la medida sea positiva porque pagar el impuesto no será un obstáculo, pero tampoco es un gran incentivo', concluye.

Por su parte, la profesora del departamento de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) María Dolores Cadaval considera que esta medida 'por sí sola no conseguirá el mantenimiento de las explotaciones agrarias, si bien puede ser una pequeña ayuda a un sector económico que está atravesando muchas dificultades'.

Esta rebaja del impuesto, apunta, parece formar parte de uno de los objetivos que la Xunta había propuesto en su plan estratégico, el frenar el abandono de tierras y de la actividad primaria, en especial en las provincias de Lugo y Ourense. 'Si bien es cierto que, de manera aislada, esta exención en el impuesto de sucesiones y donaciones no servirá para dar cumplimiento al objetivo', añade.

'Deberá acompañarse de otros estímulos mucho más potentes', sugiere la profesora, que llama la atención acerca de que el pago de este impuesto se produce una sola vez, cuando se realiza la transmisión, y su cuantía 'no suele ser elevada, pues la valoración de terrenos rurales sobre la cual se hace la liquidación es reducida, generalmente'.

El impacto económico, aunque 'es muy difícil de cuantificar a priori', expone Cadaval, 'seguro' que no es 'significativo' en las cuentas públicas, precisamente porque se liquida en el momento de la transmisión y sobre bases liquidables 'que no suelen ser elevadas'.

Tanto Mollinedo como Cadaval coinciden en que la exigencia fiscal por los tributos de la comunidad gallega es 'media'. La profesora señaló que Galicia está en un nivel 'medio, medio-bajo' respecto a al resto del Estado. 'Nuestra comunidad ha hecho uso del margen de maniobra que le permite la ley de financiación autonómica, si bien, situándose en un nivel intermedio', señala, que no llega a ser tan bajo como en Aragón o La Rioja ni tan alto como el de Andalucía o Cataluña.

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