VIOLENCIA MACHISTA

La familia gitana del asesino de Vilaboa abandona Lugo

La leyde la etnia impone el destierro al clan de José Luis Cortiñas Romero para evitar "vendettas".

La familia de José Luis Cortiñas Romero, autor confeso de la muerte de su mujer, María Luisa Jiménez, abandonó su domicilio en la calle Orquídea de la ciudad de Lugo, y dejó la provincia lucense para evitar "vendettas". Así lo informó el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo, tras participar ayer en una concentración de condena contra la violencia de género al lado de la casa consistorial.

Carballo admitió que hubo una importante "presencia" de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, incluso "de la Unidad Especial de la Policía Nacional para poder proteger, y en previsión de posibles vendettas que podrían surgir entre estas dos familias de etnia gitana". No obstante, ya se rebajó la presencia policial, tras el traslado del cadáver de la mujer, que estaba embarazada de su séptimo hijo, a Pontevedra el pasado martes después de practicársele la autopsia. "A día de hoy la familia, residente en Lugo, ya no está residiendo aquí", concluyó.

El portavoz de la Sociedad Gitana en Galicia, Sinaí Jiménez, justificó la decisión de su colectivo de "alejar" a los familiares del presunto asesino de María Luisa Jiménez por el "temor" y la "imposibilidad" de controlar los posibles actos de venganza que puedan causar "una desgracia mayor". "Es una resolución para buscar la paz, la convivencia, y para evitar cualquier tipo de enfrentamiento que pueda acabar en desgracia. La sociedad gitana, tanto a nivel estatal como autonómico, está muy disgustada con esta situación, que es un caso puntual", declaró Sinaí Jiménez a los medios de comunicación tras la concentración silenciosa desarrollada en Santiago.



CONTRARIO A NUESTRO VALORES

Jiménez recordó además que "nunca entre los gitanos puros, tanto a nivel estatal como de Galicia, ocurrió un hecho similar. Esto ha sido algo fuera de lo que es la cultura gitana. Es más, matar a una mujer choca en cualquier cultura, pero especialmente en la cultura gitana choca de frente porque es contrario a nuestros valores".

En este contexto y con la intención de "buscar la paz" y evitar enfrentamientos entre las familias del agresor y la víctima que "puedan acabar en desgracias", se han tomado resoluciones por parte del consejo de ancianos. "Donde existe tanta juventud y tanto dolor es imposible controlar la situación, por lo tanto, tomamos una decisión, igual que la toman los juzgados", reivindicó y calificó esta "expulsión" como "una orden de alejamiento". "Es lo que la sociedad gitana ha hecho: órdenes de alejamiento para promover la paz y evitar cualquier tipo de conflicto y para que esto acabe ya y no siga la cadena", incidió Sinaí Jiménez, quien justificó que la propia comunidad debe llegar "donde no llega el juzgado ni los cuerpos y fuerzas de seguridad".

El portavoz de la Sociedad Gitana participó a mediodía de ayer en una concentración ante el edificio administrativo de la Xunta, en Santiago, para mostrar su repulsa por el asesinato de dicha mujer.



ENTERRADA EN PONTEVEDRA

María Luisa fue enterrada en la tarde de ayer en el cementerio pontevedrés de San Mauro, en donde se pudieron escuchar amenazas contra el asesino, José Cortiñas, así como contra sus familiares.

Sinaí Jiménez agradeció a la Xunta y a las fuerzas de seguridad su "apoyo" en la lucha contra la violencia machista: "La sociedad gitana está disgustada con esta situación porque este asesino se ha reído de la cultura gitana". "Estamos muy agradecidos por el trabajo de las fuerzas de seguridad y del apoyo de la Xunta pero nosotros, como sociedad gitana, tenemos que llegar a donde no llegan ni las fuerzas de seguridad ni el juzgado. Queremos evitar un nuevo enfrentamiento", sentenció.

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