El descenso de recaudación por parte de la hacienda gallega, debido a la situación de crisis económica, tendrá su repercusión en los próximos Presupuestos autonómicos, que por primera vez serán menores que los de años anteriores. Así lo anunció el pre sidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que advirtió que el Gobierno tendrá que ser más selectivo con sus inversiones. No obstante, también señaló que la celebración del Xacobeo en 2010 hará que Galicia se vea menos afectada por la crisis.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avanza que los Presupuestos autonómicos para 2010 contarán con una cuantía global inferior a la de otros ejercicios, por la reducción, a causa de la crisis, de la recaudación de los principales tributos que financian la hacienda gallega, y avisa de que su Gobierno, en un escenario de enorme caída de los ingresos, seleccionará al máximo los proyectos de inversión. Si se cumple la previsión de que la recaudación de los principales impuestos baje un 30%, tendrá que bajar el presupuesto de la Xunta, explicó Feijóo, y garantizó que lo que no va a hacer es engañar a los gallegos con cuentas falsas como, en su opinión, hizo el bipartito.
El presidente de la Xunta recordó que el engaño del Ejecutivo central, con la connivencia del autonómico en los ejercicios de 2008 y 2009, obliga a Galicia a devolver al Estado 1.900 millones a partir de 2011 debido a liquidaciones negativas. Lo bueno es que hemos aprendido, subrayó Feijóo, y recalcó que no consentirá que den un dinero a la comunidad y luego se lo quiten.
Así las cosas, reconoció que el principal reto de su Gobierno a la vuelta del parón estival será diseñar unas cuentas reales. Serán los primeros presupuestos reales en época de crisis, porque los anteriores se articularon en base a ingresos falsos, incidió, al tiempo que incidió en la necesidad de seleccionar los proyectos de inversión y de garantizar con la mayor eficien cia las prestaciones sociales, sanitarias y educativas.
Pese al descenso de la recaudación para nutrir las arcas públicas, Feijóo aseguró que la Xunta prevé que Galicia sea, el próximo año, una de las comunidades menos castigadas por la crisis gracias a la celebración del Año Santo. Eso sí, advirtió que, desde el punto de vista de los ingresos del Estado, la comunidad no va a recibir estos beneficios fiscales hasta dos años después, cuando se liquide el ejercicio correspondiente a 2010.
Con todo, subrayó que hay cosas que no cuestan dinero y constituyen una parte intangible de las cuentas públicas con mayor repercusión económica que muchos capítulos de inversiones. Lo ejemplificó con la planificación urbanística, así como el rediseño de las políticas acuícolas o energéticas, a través de la anulación del decreto eólico del bipartito y el impulso de una nueva ley para regular este sector.
No a la segregación lingüística en las aulas
Feijóo justificó la derogación del decreto del gallego en la enseñanza del bipartito y subrayó que la consulta a los padres ratifica que la mayoría no lo quieren. Quieren bilingüismo en los cuatro niveles educativos, y si se pregunta sobre una enseñanza sólo en gallego o sólo en castellano, prefieren castellano, continuó, y reiteró que, aun así, no cree en una segregación generalizada en las aulas. Pero estudiaremos la propuesta de Educación, que para eso está, apostilló. El presidente gallego también remarcó su intención de que ésta sea la legislatura en la que se reforme el Estatuto e insistió en que planteará una propuesta en la primera parte de la misma, para abrirla a los grupos de la oposición, que fueron incapaces de hacer lo mismo cuando estaban en la Xunta. Así es como se hacen las cosas, no echando la culpa a los demás, agregó.
El presidente de la Xunta recordó que el engaño del Ejecutivo central, con la connivencia del autonómico en los ejercicios de 2008 y 2009, obliga a Galicia a devolver al Estado 1.900 millones a partir de 2011 debido a liquidaciones negativas. Lo bueno es que hemos aprendido, subrayó Feijóo, y recalcó que no consentirá que den un dinero a la comunidad y luego se lo quiten.
Así las cosas, reconoció que el principal reto de su Gobierno a la vuelta del parón estival será diseñar unas cuentas reales. Serán los primeros presupuestos reales en época de crisis, porque los anteriores se articularon en base a ingresos falsos, incidió, al tiempo que incidió en la necesidad de seleccionar los proyectos de inversión y de garantizar con la mayor eficien cia las prestaciones sociales, sanitarias y educativas.
Pese al descenso de la recaudación para nutrir las arcas públicas, Feijóo aseguró que la Xunta prevé que Galicia sea, el próximo año, una de las comunidades menos castigadas por la crisis gracias a la celebración del Año Santo. Eso sí, advirtió que, desde el punto de vista de los ingresos del Estado, la comunidad no va a recibir estos beneficios fiscales hasta dos años después, cuando se liquide el ejercicio correspondiente a 2010.
Con todo, subrayó que hay cosas que no cuestan dinero y constituyen una parte intangible de las cuentas públicas con mayor repercusión económica que muchos capítulos de inversiones. Lo ejemplificó con la planificación urbanística, así como el rediseño de las políticas acuícolas o energéticas, a través de la anulación del decreto eólico del bipartito y el impulso de una nueva ley para regular este sector.
No a la segregación lingüística en las aulas
Feijóo justificó la derogación del decreto del gallego en la enseñanza del bipartito y subrayó que la consulta a los padres ratifica que la mayoría no lo quieren. Quieren bilingüismo en los cuatro niveles educativos, y si se pregunta sobre una enseñanza sólo en gallego o sólo en castellano, prefieren castellano, continuó, y reiteró que, aun así, no cree en una segregación generalizada en las aulas. Pero estudiaremos la propuesta de Educación, que para eso está, apostilló. El presidente gallego también remarcó su intención de que ésta sea la legislatura en la que se reforme el Estatuto e insistió en que planteará una propuesta en la primera parte de la misma, para abrirla a los grupos de la oposición, que fueron incapaces de hacer lo mismo cuando estaban en la Xunta. Así es como se hacen las cosas, no echando la culpa a los demás, agregó.