Los mariscadores de la ría de O Burgo criticaron ayer que los furtivos siguen faenando en la zona pese al vertido el viernes de más de 30.000 litros de queroseno. El colectivo de mariscadores, que había salido a comprobar el alcance del vertido, se encontró 'con hasta siete furtivos' faenando en la zona y, tras avisar a la sala de operaciones de la Xunta decidieron expulsarlos personalmente, precisaron.
El vertido ocurrió en la noche del jueves al viernes y obligó a cerrar la ría al marisqueo, el mismo día en el que se abría la campaña de a flote, para la que cuentan con licencia 44 embarcaciones. El vertido, de unos 33.000 litros y que llegó a la ría a través de la red de alcantarillado del municipio de Culleredo, procedía de un camión aparcado en un área de servicio de la AP-9 y se produjo durante la madrugada.
El conductor del camión había dado la voz de alarma al comprobar que el camión tenía una fuga y denunciado que la pérdida pudo deberse a un 'sabotaje' al manipularse la válvula del depósito La Xunta activó inmediatamente el plan territorial de contingencias para la contaminación marítima y procedió al despliegue de barreras para intentar cercar en la medida de lo posible la mancha contaminante e impedir que se propague por la ría.
El conductor del camión había dado la voz de alarma al comprobar que el camión tenía una fuga y denunciado que la pérdida pudo deberse a un 'sabotaje' al manipularse la válvula del depósito La Xunta activó inmediatamente el plan territorial de contingencias para la contaminación marítima y procedió al despliegue de barreras para intentar cercar en la medida de lo posible la mancha contaminante e impedir que se propague por la ría.
