El Juzgado Militar 41 de A Coruña propuso al Tribunal Militar Territorial Cuarto el sobreseimiento definitivo del proceso judicial, en fase de diligencias previas, sobre la explosión de la caldera de la fragata 'Extremadura', ocurrida en Ferrol el 19 de diciembre de 2005, en la que fallecieron los militares Erik Noval y Francisco Javier Pérez Castrillón.
El juzgado entiende que las decisiones que adoptó aquella noche el jefe de máquinas de la fragata no tuvieron incidencia directa en los hechos que ocurrieron con posterioridad.
El fiscal militar había pedido el procesamiento penal del teniente de navío --jefe de máquinas--, por no haberse personado en el buque, cuando fue alertado de los niveles de emergencia que registraba la caldera, ni haber ordenado su apagado, como estaba establecido en las Normas de Funcionamiento.
La familia de uno de los fallecidos --Erik Noval--, personada en el proceso, ha presentado alegaciones a la petición de sobreseimiento. Asegura que se debería abrir un proceso judicial contra el teniente de navío por homicidio por omisión.
En su petición de sobreseimiento, el juzgado militar entiende que el hecho de que el jefe de máquinas no acudiese al buque al ser alertado de la situación de emergencia, debería resolverse en el ámbito puramente disciplinario. Sostiene que, aunque no informó de la situación de alerta al comandante de la fragata, no generó riesgo o peligro alguno, ni fue su propósito ocultar la existencia de deficiencias o averías en el buque.
INDICIOS RACIONALES
La solicitud de archivo concluye que la resolución del procesamiento ha de basarse en verdaderos indicios racionales de criminalidad y que no basta la simple existencia de partes que sostengan la acusación.
El proceso judicial, en fase de diligencias previas, se conoció a raíz del expediente disciplinario que Defensa abrió al cabo Jorge Miguel Gago, que declaró ante los medios de comunicación que el accidente se había debido a la negligencia de los altos mandos de la fragata y, en concreto, del jefe de máquina.
Tras varias manifestaciones, la constitución de una plataforma de apoyo y la súplica de su madre a la Reina en Ferrol, el expediente fue archivado.
El fiscal militar había pedido el procesamiento penal del teniente de navío --jefe de máquinas--, por no haberse personado en el buque, cuando fue alertado de los niveles de emergencia que registraba la caldera, ni haber ordenado su apagado, como estaba establecido en las Normas de Funcionamiento.
La familia de uno de los fallecidos --Erik Noval--, personada en el proceso, ha presentado alegaciones a la petición de sobreseimiento. Asegura que se debería abrir un proceso judicial contra el teniente de navío por homicidio por omisión.
En su petición de sobreseimiento, el juzgado militar entiende que el hecho de que el jefe de máquinas no acudiese al buque al ser alertado de la situación de emergencia, debería resolverse en el ámbito puramente disciplinario. Sostiene que, aunque no informó de la situación de alerta al comandante de la fragata, no generó riesgo o peligro alguno, ni fue su propósito ocultar la existencia de deficiencias o averías en el buque.
INDICIOS RACIONALES
La solicitud de archivo concluye que la resolución del procesamiento ha de basarse en verdaderos indicios racionales de criminalidad y que no basta la simple existencia de partes que sostengan la acusación.
El proceso judicial, en fase de diligencias previas, se conoció a raíz del expediente disciplinario que Defensa abrió al cabo Jorge Miguel Gago, que declaró ante los medios de comunicación que el accidente se había debido a la negligencia de los altos mandos de la fragata y, en concreto, del jefe de máquina.
Tras varias manifestaciones, la constitución de una plataforma de apoyo y la súplica de su madre a la Reina en Ferrol, el expediente fue archivado.
