Los votos a favor de CCOO, UGT y SIT, han permitido aprobar el plan planteado por la dirección de PSA Vigo. A él, se oponen CIG y CUT.
Con los votos a favor de CCOO, UGT y SIT, el sindicato independiente de trabajadores, se ha dado luz verde al plan de medidas de flexibilidad planteados por la dirección de PSA Vigo. En contra se han posicionado la CIG y también la CUT, que sopesa impugnar la decisión.
Además, el plan de medidas incluye sendos ERE, uno de extinción para 400 trabajadores, tanto mayores de 58 años como para empleados de menor edad en dos modalidades: suspensión definitiva de la relación o con opción de reingreso a los 30 o 36 meses, y dos de suspensión para aproximadamente otros 550.
Estos ajustes están pensados para una previsible bajada de actividad hasta el comienzo de la construcción de las furgonetas K-9, a partir de 2018.
Ante un eventual repunte de la producción si la fábrica de Balaídos es adjudicataria de un nuevo lanzamiento se han articulado en el plan de medidas de flexibilidad aprobado hoy la creación de un nuevo turno para fines de semana, que podría suponer la contratación de 1.500 nuevos empleados.
Además, contempla una nueva distribución de las vacaciones de agosto para que la parada solo sea de dos semanas y se replantea el turno variable para que se pueda flexibilizar el horario tanto por la mañana como por la tarde.
