El petrolero ‘Harald Maersk’ de bandera danesa cumplió ayer su tercer día de atraque en el puerto después de que solicitara autorización para arribar ante la presencia de tres polizones supuestamente violentos. Según confirmaron fuentes oficiales, los abogados de la naviera está negociando con la Embajada de Guinea Conakry la repatriación de los tres pasajeros clandestinos, naturales de ese país, vía Vigo. La propia naviera Maersk Tankers afirmó ayer a este diario que está colaborando con las autoridades y siguiendo sus instrucciones para lograr un desembarco seguro de los polizones.
La opción de que pudieran quedarse en España ha quedado por completo descartada ya que ninguno de los tres polizones ha solicitado asilo y tampoco ha quedado demostrado que hubieran atentado contra la tripulación. Después de que fueran interrogados por agentes de Extranjería y Fronteras y de la Policía Nacional y de la sección fiscal de la Guardia Civil, la conclusión es que se produjo un enfrentamiento entre ellos, no con los miembros del barco.
La legislación al respecto señala que la responsabilidad es de la naviera quien está tratando de solucionar la situación para que el petrolero pueda continuar con su travesía hasta Holanda cuanto antes. Las dos únicas alternativas para el petrolero pasan por devolverlos al puerto de origen, regresando hasta Guinea Conakry, donde supuestamente habrían accedido al barco o iniciar los trámites con la Embajada de dicho país para obtener la documentación necesaria con la que obtener autorización para que los polizones sean repatriados desde Vigo en avión. Se trataría de una operación de la que se tendría que hacer cargo la propia naviera.
En todo caso, estos tres ciudadanos tienen denegada la entrada al puerto, pues estarían infringiendo la Ley de Extranjería. Tampoco lo hace el resto de la tripulación, pendiente de que se solucione la vía administrativa para poder continuar su ruta o de que reciba instrucciones de partir igualmente con los tres polizones a bordo.
