En el caso de Ourense, son seis los municipios afectados.
A Rúa baja de 13 a 11 concejales y Vilar de Barrio, O Irixo, Xunqueira de Ambía, Leiro y Oímbra, que pasan de 11 a nueve ediles municipales. En A Coruña, el caso más llamativo es el de Muros, que pasa de 17 a 13 escaños, al no llegar a los 10.000 habitantes -tiene 9.999-, mientras que A Baña y O Pino bajan de los 13 a los 11 concejales y Corcubión de los 11 a los nueve. En Pontevedra, el único municipio que perderá sillones en su corporación municipal es Dozón, que pasa de 11 a nueve. Este ayuntamiento, situado en el extremo de la provincia, es paradójicamente uno de los mayores en extensión y al mismo tiempo de los que en peor situación demográfica se encuentra. El alcalde de Lalín, José Crespo, considera que debería integrarse con Cruces, Agolada y Rodeiro en un municipio de 50.000 habitantes del Deza.
Este descenso poblacional afecta, sobre todo, a los municipios de menos de 2.000 habitantes. Precisamente, 11 de los 19 ayuntamientos que perderán ediles en estas municipales -cinco en Ourense, cuatro en Lugo, uno en Pontevedra y otro en A Coruña-, lo harán por bajar de esta cifra.
De hecho, y a pesar de que el censo electoral se incrementó en casi 8.000 nuevos votantes, el 67% de los ayuntamientos gallegos pierden electores, principalmente, en las provincias del interior. En Lugo, este descenso afecta al 88% de los municipios, mientras que en Ourense, al 81%. En ambas provincias el censo electoral cae un 2%, una situación diferente a la de A Coruña; que aumenta en más de un punto y Pontevedra, en 1,64, aunque sólo esta última registra un balance positivo con, únicamente, un 31% de ayuntamientos con pérdida de población, frente al 61% de A Coruña.
Este descenso poblacional afecta, sobre todo, a los municipios de menos de 2.000 habitantes. Precisamente, 11 de los 19 ayuntamientos que perderán ediles en estas municipales -cinco en Ourense, cuatro en Lugo, uno en Pontevedra y otro en A Coruña-, lo harán por bajar de esta cifra.
De hecho, y a pesar de que el censo electoral se incrementó en casi 8.000 nuevos votantes, el 67% de los ayuntamientos gallegos pierden electores, principalmente, en las provincias del interior. En Lugo, este descenso afecta al 88% de los municipios, mientras que en Ourense, al 81%. En ambas provincias el censo electoral cae un 2%, una situación diferente a la de A Coruña; que aumenta en más de un punto y Pontevedra, en 1,64, aunque sólo esta última registra un balance positivo con, únicamente, un 31% de ayuntamientos con pérdida de población, frente al 61% de A Coruña.
