Pablo Costas, de Yemen a Galicia un año después

 El marinero gallego Pablo Costas Villar en el barco junto a parte de la  tripulación días atrás, antes de su liberación.
photo_camera El marinero gallego Pablo Costas Villar en el barco junto a parte de la tripulación días atrás, antes de su liberación.

El marinero  fue liberado junto con el resto de la tripulación y está a la espera de su repatriación 11 meses después desde su apresamiento por presunta pesca ilegal en Yemen, un país en conflicto bélico

Pablo Costas no suelta el pasaporte, el mismo que le traerá de vuelta a su tierra, Bueu, después de casi un año apresado en Oriente Próximo por presunta pesca ilegal. El marinero, patrón del barco “Cobija”, fue liberado el pasado fin de semana junto con el resto de la tripulación  y está a la espera de la repatriación desde Yemen, que no será fácil dada la delicada situación del país, en guerra civil desde hace años, y con las restricciones que hay en el transporte aéreo.

El gallego de 54 años se encuentra en un hotel en Al Mukallah y está pendiente de la gestión de los billetes de avión y de cómo se procederá con el traslado al aeropuerto que está a unos 300 kilómetros y se necesitará  un convoy de seguridad para su custodia. Volará de Yemen a El Cairo (Egipto) y de ahí a Madrid con destino final a Bueu, donde le esperan familiares, amigos y vecinos que en el último año se volcaron para pedir su liberación. “Atópase máis tranquilo despois de pasar a primeira noite nun hotel aínda que a presión psicolóxica é moi grande, foron moitos meses”, indica Manuel Caamaño, del sindicato CUT, que ayer mismo pudo hablar en varias ocasiones con Costas vía telefónica.

La odisea de Pablo Costas Villar comenzó hace 11 meses (el 20 de septiembre de 2020) cuando el pesquero en el que iba a bordo, el “Cobija” (de bandera boliviana),  fue sometido a una inspección en el Índico por parte de las autoridades australianas. A bordo iban otros 17 marineros, 17 de Indonesia, 4 de Senegal, 7 de Namibia y uno de Perú. El barco fue vendido a un armador somalí que, según explica la CUT,  ordenó tomar rumbo a Yemen. Ya en el puerto de Al Mukallah, el patrón fue informado de una orden de detención por parte de la Interpol y cursada por Australia por un presunto delito de pesca ilegal que llevó al gallego a tres meses de arresto.

ABANDONO DEL ARMADOR

El Ministerio de Asuntos Exteriores confirmaba en las últimas horas la liberación de la tripulación, al que el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, agradeció su trabajo así como la ayuda diplomática que recibió el patrón  en las últimas fechas "recibiendo víveres ante el abandono de la empresa propietaria del buque”, informaba ayer en un comunicado.

La CUT, que asegura haber mantenido contacto con el marinero en este tiempo, criticó que en estos 11 meses el Gobierno no facilitó asistencia jurídica ni traductores. El BNG, por su parte, también censuró la "inacción" de las autoridades españolas. Lo hicieron el pasado sábado en Bueu en una concentración celebrada en las dependencias del concello con la presencia del alcalde, familiares y vecinos bajo el lema “Que volva Pablo”.

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