JUICIO POR LA MUERTE DE ASUNTA

El juicio Asunta concluye con Rosario Porto "escéptica" ante el veredicto

Los padres de Asunta en los últimos compases de un juicio que ha durado semanas
photo_camera Los padres de Asunta en los últimos compases de un juicio que ha durado semanas

Dieciocho sesiones después termina el mediático juicio a la espera de un veredicto popular que llegará la próxima semana

El juicio por la muerte violenta de Asunta, de la que están acusados sus padres, ha concluido, tras dieciocho intensas sesiones, y la semana próxima el jurado popular emitirá un veredicto ante el que la madre de la víctima, Rosario Porto, está escéptica, según desveló su abogado.

En la última jornada de este juicio, dedicada a los alegatos finales de las defensas, los acusados han rechazado tomar la palabra, pero sí han hablado sus abogados, que han pedido la libre absolución para sus clientes al considerar que no hay pruebas y que la instrucción hecha ha estado enfocada a culparlos directamente.

Los dos letrados de la defensa se han dirigido al jurado popular hoy para apelar a la cautela, una condición que les permita emitir un veredicto cuando estén seguros, "al cien por cien y sin ninguna duda", de la culpabilidad o no de los imputados, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra.

Se han referido al principio jurídico 'in dubio pro reo', que quiere decir que, en caso de duda, se deben pronunciar "en favor del acusado".

Los dos letrados han coincidido en que, en este caso, Alfonso y Rosario son las segundas víctimas y quienes más han sufrido la pérdida de Asunta, puesto que es una cría que, aunque parece que para "toda España" empezó a existir el día en el que falleció, para sus padres era el centro de sus vidas desde que comenzó a caminar.

El primero en exhibir sus conclusiones finales ha sido José Luis Gutiérrez Aranguren, defensor de Rosario Porto, que ha remarcado la "inconsistencia" de los indicios expuestos en el transcurso del juicio, en el que no se ha aportado prueba de cargo alguna, ha dicho, que incrimine a su defendida.

En este sentido, se ha referido a los indicios contemplados en la instrucción, como las cuerdas halladas en la casa de Teo (A Coruña) en la que supuestamente murió Asunta, iguales a las vistas en la pista forestal junto a su cadáver; y también a la tierra de ese alud y a la localizada en el coche de su cliente, que finalmente no se pudo relacionar, igual que sucedió con las amarras.

Ha insistido Gutiérrez Aranguren en que, además, pretendiendo relacionar dichos objetos con la autoría del crimen por parte de Rosario Porto, parece "que estamos hablando de alguien que raya la subnormalidad, y estamos hablando de alguien sumamente inteligente".

Otra cuestión que, a su parecer, no encaja con la acusación sobre su cliente, es la alusiva a los ensayos de sedación, puesto que se ha preguntado Aranguren si hay que hacer pruebas de dopaje para acabar asfixiando con un objeto blando, y sabiendo que llevar a la niña en esas condiciones a clase hubiese podido despertar alarma.

En referencia a las conclusiones emitidas por la Fiscalía que en la jornada de ayer abrió la puerta a que solo Rosario Porto asfixiase a la niña en la casa de Teo, el letrado también ha apuntado la imposibilidad de que Charo, dadas sus condiciones físicas, pudiese cargar con Asunta escaleras arriba y abajo.

En el mismo sentido, ha recordado la posición en la que la menor fue encontrada en el terreno, puesto que estaba colocada de forma cuidadosa, no teniendo Rosario Porto "fuerza para hacer todo eso".

La abogada Belén Hospido, que ejerce la defensa de Alfonso Basterra, ha hecho una encendida defensa de la inocencia de su patrocinado, que no tuvo nada que ver con el crimen y tampoco con los episodios previos de consumo de Lorazepam de la pequeña Asunta.

Esta letrada ha expuesto que, en lo tocante a la jornada del 21 de septiembre de 2013, en la que falleció la menor, "no hay nada que pueda constituir evidencia" alguna de la implicación de Alfonso.

Para la letrada, que la niña comiese en casa de su padre no es un indicio, puesto que se descarta que la víctima consumiese Lorazepam allí, y menos en las cantidades que se encontraron en su cuerpo en la práctica de la autopsia, puesto que no podría caminar como se la ve en las cámaras de grabación de un banco cercano a este edificio.

Ha cuestionado, asimismo, que si ellos -Alfonso y Rosario- le hubiesen dado el Lorazepam, "¿cómo diablos la dejan salir de casa si le han dado Lorazepam en una cantidad abrumadora?", ya que se podría haber encontrado Asunta con cualquier persona o tropezarse incluso, lo que no tendría sentido ante el planteamiento hipotético de "somos muy listos y llevamos tres meses" preparando el asesinato.

Hospido también niega la presencia de Alfonso en Teo (A Coruña) puesto que, aunque fuese con ella en el coche, no tiene forma de regresar desde allí, a kilómetros de Santiago, sin ser captado por cámaras, y con Rosario tampoco pudo volver puesto que los teléfonos acreditan que estaba en su casa 10 minutos antes de que su exmujer saliese del chalé de Teo, donde supuestamente murió Asunta.

Ha subrayado que Alfonso nunca negó haber comprado Orfidal, ya que sí lo hizo pero "no para él, sino para la señora Porto".

Por ello, ha explicado que las tres compras realizadas por su defendido se corresponden con las pastillas pautadas para su exmujer, ya que los 125 comprimidos encajan perfectamente con la dosis de una pastilla y media que el psiquiatra pautó a Rosario desde el 30 de julio de 2013 hasta la muerte de la niña, incluyendo la cantidad mayor recetada después del desafortunado episodio.

Belén Hospido ha remarcado que su patrocinado, con las compras de Orfidal durante el verano, no estaba "haciendo acopio para dárselos a nadie", sino que los adquiría para el consumo de Porto y por ello no tenía motivo alguno para sospechar de una sedación en la pequeña.

Los dos letrados, Aranguren y Hospido, han señalado que el veredicto debe de ser de no culpabilidad, de forma que les permita a estos padres "llorar" a su hija y buscar al verdadero culpable de este macabro asesinato. Y ambas defensas han reparado en que Rosario y Alfonso han visto mancillado "su honor".

Tras más de un centenar de declaraciones, entre testigos y peritos, el próximo lunes el jurado popular comenzará a deliberar si los padres de Asunta son culpables o inocentes de la muerte de esta niña, protagonista involuntaria de un caso que conmocionó a toda España.

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