Se esperaba que el investigado pasase antes a disposición de la autoridad judicial, pero el detenido aún prestó declaración ayer por primera vez
El supuesto parricida de Monterroso, el hombre de 51 años que fue detenido en la madrugada de lunes por la Guardia Civil por la muerte a golpes de su padre de 79, pasó este mediodía a disposición del Juzgado de Instrucción de Chantada, después de pasar dos noches detenido en los calabozos de la Comandancia de Lugo.
Aunque en principio se esperaba que el investigado por el homicidio de su padre pasase antes a disposición de la autoridad judicial, el detenido aún prestó declaración ayer por primera vez ante los agentes de la Guardia Civil que se han hecho cargo del caso, asistido por un letrado de oficio.
Por ello, aún ayer se estuvo trabajando por parte de los investigadores de la Benemérita en el atestado policial que será presentado ante el Juzgado de Chantada, que ha decretado el secreto de sumario, para esclarecer lo sucedido en la casa familiar de Esporiz, que compartían la víctima, su hijo y el nieto del fallecido.
Según han indicado fuentes de la investigación, los hechos ocurrieron sobre las 22 horas del pasado domingo en la casa familiar, en la parroquia de Esporiz, donde supuestamente hubo una discusión entre ambos que acabó a golpes, "puñetazos y patadas", y con la muerte del progenitor.
Fue el presunto agresor quien llamó al 112 para alertar de lo sucedido y también avisó a una vecina.
Además, los mismos informadores indicaron que la persona fallecida se encontraba en situación de dependencia y que en el momento de los hechos en la casa había un menor.
El niño, de 4 años, es hijo del presunto homicida y no presenció los hechos -porque estaba durmiendo-, según la misma fuente, que añade que el presunto parricida tenía "un problema de adicción al alcohol".
