Una plaga amenaza la supervivencia de pomares autóctonos en Os Ancares

Una plaga está amenazando la supervivencia de pomares de variedades autóctonas de manzana en las cotas más bajas de la comarca lucense de Os Ancares y, en algunas zonas, está provocando cuantiosas pérdidas entre los productores que perciben parte importante de sus ingresos de la recolección de esta fruta.
La coordinadora de la Asociación de Desarrollo Rural de Os Ancares, Raquel Zolle, ha explicado que se tomaron muestras en los pomares afectados y el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, que pertenece a la Xunta, emitió un informe fitopatológico en el que puso nombre a la especie que provoca la plaga: Aglaope Infausta.

Según Zolle, se trata de una especie de mariposa conocida comúnmente como 'orugueta del piñón', que pone sus huevos en los árboles y, al eclosionar, las larvas se extienden, se convierten en orugas y devoran las hojas hasta 'dejarlos pelados como si fuese en otoño', de forma que impide el desarrollo vegetativo del fruto y afecta a la salud de la propia planta.

La plaga se extiende, sobre todo, por los valles de los ríos Cancelada y Neira, en los municipios de Becerreá, As Nogais, Cervantes y Navia de Suarna, siempre en cotas bajas, y ataca a todo tipo de especies frutales, no sólo a los manzanos, sino también a cerezos, perales y espinos.

La experta ha reconocido que la expansión de esta plaga se ve con 'preocupación' en la comarca, porque el ataque continuado durante varios años seguidos 'acaba por debilitar tanto a los árboles' que 'pueden llegar a morir', y ha confirmado que 'hay zonas de pomares antiguos que han quedado totalmente inservibles'.

Asimismo, ha subrayado que las pérdidas para los agricultores son muy significativas, dado que algunos productores que otros años ingresaban entre 4.500 y 5.000 euros por la venta de manzanas, en esta campaña no han cobrado nada porque la oruga que devora las hojas de sus árboles ha arruinado la cosecha.

Zolle ha recordado además que el control de esta plaga es realmente difícil, pues hay que tratarla antes de que eclosionen los huevos o en estado larvario incipiente, si bien aunque los productores de los pomares en producción se apliquen para combatirla, la expansión es imparable en los frutales silvestres.

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