En la ciudad cambian las cosas. El PP se mantiene como el partido más votado pero, con el 100% de los votos escrutados, pierde cerca de siete mil respaldos y cae más de cinco puntos porcentuales con respecto a 2009.
La formación que lidera en la ciudad el secretario provincial y portavoz municipal del PP, Rosendo Fernández -también fue el coordinador de campaña-, baja en apoyos como consecuencia de la fragmentación del voto -efecto del descontento, que no se refleja en los demás municipios- y por el aumento de la abstención, que en el municipio de la capital superó en ocho puntos a la de hace tres años y medio, contrariamente a lo sucedido en la provincia.
Fue, sin embargo, el PSdeG el que sufrió el mayor varapalo en la única ciudad de la provincia. Con ese mismo porcentaje de escrutinio, caía en cerca de nueve mil votos y perdía hasta 10 puntos porcentuales. La división en la agrupación socialista de la ciudad y la tendencia general de un buen número del electorado socialista, que optó por otras fuerzas políticas o por la abstención, fueron determinantes de este resultado.
Por el contrario, irrumpe en la escena política y como tercera fuerza, desbancando al BNG, Alternativa Galega de Esquerda, hasta el punto de conseguir un diputado, un auténtica sorpresa. La orientación del voto nacionalista y progresista hacia la fuerza que lidera Xosé Manuel Beiras ha impactado directamente en el Bloque, que pierde la mitad de los votos con respecto a 2009, cuando acogía todo el nacionalismo gallego bajo sus siglas.
La quinta fuerza política es Democracia Ourensana, con apoyos insuficientes para lograr representación y Compromiso por Galicia entra en la escena, que no en el Parlamento, como sexta fuerza.
Fue, sin embargo, el PSdeG el que sufrió el mayor varapalo en la única ciudad de la provincia. Con ese mismo porcentaje de escrutinio, caía en cerca de nueve mil votos y perdía hasta 10 puntos porcentuales. La división en la agrupación socialista de la ciudad y la tendencia general de un buen número del electorado socialista, que optó por otras fuerzas políticas o por la abstención, fueron determinantes de este resultado.
Por el contrario, irrumpe en la escena política y como tercera fuerza, desbancando al BNG, Alternativa Galega de Esquerda, hasta el punto de conseguir un diputado, un auténtica sorpresa. La orientación del voto nacionalista y progresista hacia la fuerza que lidera Xosé Manuel Beiras ha impactado directamente en el Bloque, que pierde la mitad de los votos con respecto a 2009, cuando acogía todo el nacionalismo gallego bajo sus siglas.
La quinta fuerza política es Democracia Ourensana, con apoyos insuficientes para lograr representación y Compromiso por Galicia entra en la escena, que no en el Parlamento, como sexta fuerza.
