Los nacionalistas reclaman a la conselleira que ponga fin a las irregularidades en las oposiciones

El PSdeG califica a Farjas de 'virus dañino' para la sanidad

El diputado del PSdeG Modesto Pose calificó ayer a la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, como 'un virus dañino' para la sanidad pública, cuya gestión, dijo, tiene 'indignado y altamente preocupado' a su partido, que se sumará a la manifestación de mañana, domingo, en Santiago. Pose y el secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, ofrecieron ayer una rueda de prensa para resaltar 'el clamor' social por 'el deterioro' del sistema sanitario público y para advertir de las consecuencias 'irreversibles' de la política de 'desprestigio', de 'privatización' y de 'recortes' practicada por el PP.
El principal foco de las críticas fue la conselleira Farjas, cuyo 'mayor problema', según Manuel Vázquez, es que 'está destrozando la vida a miles de gallegos que esperan soluciones sanitarias'. Vázquez afeó a la titular de Sanidade que 'cuente mentiras' y se remitió al informe del presidente del Consello Económico y Social, Pablo Egerique, alguien 'poco sospechoso de militancia socialista', sobre 'ocultación de datos', 'engaño' al Parlamento e 'incremento de las listas de espera'. Según el líder de los socialistas gallegos, se está produciendo 'un proceso de privatización que coloca a la sanidad gallega en una situación irreversible'.


CRÍTICA NACIONALISTA

Paralelamente, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, criticó que la conselleira de Sanidade diga 'que no sabe' lo que ocurre en los procesos selectivos del Servizo Galego de Saúde (Sergas) como, en su opinión, hace el Gobierno español con el Sáhara, y señaló que, en este contexto, debería abandonar su cargo. 'Si no es capaz ni siquiera de saber lo que sucede en su departamento casi le diría que dejase el cargo', aconsejó Vázquez a Farjas. En todo caso, subrayó que este tipo de prácticas 'dudosas' suelen ser propias del PP en las administraciones en las que gobierna y las reprobó por 'inaceptables'. 'Deberían ser erradicadas de raíz y conllevar alguna responsabilidad política', concluyó.

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