El extoxicómano dormirá en el Centro de Inserción Social e irá a casa fines de semana alternos

Reboredo sale de prisión en el primer paso hacia el indulto

Reboredo, en el centro junto a su padre y hermanos.
Feliz y acompañados por los suyos, David Reboredo tenía muy claro que iba a hacer cuando toda este proceso llegase a su fin: “Cuando acabe todo, nos casaremos y buscaré un trabajo para vivir”, aseguró el vigués, que en todo momento estuvo acompañado por su pareja, la argentina Liliana Atasio. Durante su estancia en prisión, su mujer, que carecía de papeles y de ingresos, llegó a temer la extradicción, una amenaza que ya ve lejos.
Atasio, quien ayer permaneció en un discreto segundo plano, recibió con gran alegría el indulto parcial: “Es el principio para su puesta en libertad”, aseguró, al tiempo que reforzaba su fe en el sistema: “Es una muestra de la justicia, pero sobre todo lo que más me impresionó fue la solidaridad que la gente mostró con nosotros en todo momento, dándonos salud y fuerza”.
Reboredo reconoció en el cariño y la compañía de su pareja el empuje necesario para salir de las drogas. Un apoyo que ayer volvió a quedar patente con su presencia en la primera comparecencia pública tras salir de prisión.
En breve, les tocará preparar su boda. Por el momento, David Reboredo solo podrá pasar en su casa un fin de semana cada quince días, condiciones que esperan poder modificar con el logro del indulto total por parte del Consejo de Ministros y la deseada puesta en libertad.

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