La investigaciones sobre las actividades de Talleres Salnés, presuntamente involucrados en la red de falsificación de vehículos desarticulada en la provincia de Pontevedra, aún no han terminado. Fuentes cercanas a la investigación apuntan que uno de los coches afectados por el atentado de la T-4, en diciembre del 2004, fue localizado en sus instalaciones y posiblemente su número de bastidor habría podido ser utilizado para otro vehículo que en estos momentos podría encontrarse en circulación.
La operación en la que fueron detenidas cuatro personas, el propietario de un concesionario de Vigo y un empleado de la empresa, un industrial de Porriño y el dueño de un taller de Cambados, Marcos Vigo, aún puede dar más sorpresas. Uno de los coches afectados por el atentado de la T-4 de Barajas en diciembre del 2006 fue encontrado en sus instalaciones y, presuntamente, dado como siniestro total para después utilizar su número de bastidor y documentación en otro vehículo. Algunas fuentes apuntan a que el coche podría estar circulando.
El esquema seguido en este caso habría sido el mismo que el utilizado con los coches incautados por la Guardia Civil en el registro efectuado en el taller. Este negocio ya habría sido visitado en dos ocasiones anteriores por los agentes. Una de ellas coincidió con la detención de dos funcionarios de Tráfico en febrero del año pasado, momento en el que fue encontrado el coche de la T-4. En aquella ocasión fue desarticulado un grupo dedicado a la realización ilegal de trámites y transferencia de vehículos en la provincia de Pontevedra. El modus operandi consistía en que los dos empresarios implicados, uno de ellos Marcos Vigo, propietario de Talleres Salnés, entregaban la documentación de los coches a los funcionarios para abreviar la tramitación de los expedientes y evitar la presentación de alguno de los documentos exigidos.
El propietario de Talleres del Salnés es un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad y ya ha sido procesado por tráfico de drogas. Marcos Vigo está relacionado con el clan de los Charlines al estar casado con una nieta del patriarca. Además, hace aproximadamente cinco años su nombre saltó a las primeras páginas al confirmarse que fue la última persona que entró en contacto con el empresario Fernando Caldas, desaparecido en la localidad coruñesa de Bertamiráns cuando portaba una gran cantidad de dinero.
Un empresario bajo sospecha
Marcos Vico, propietario del Taller Salnés, de Cambados, vio relacionado, hace cinco años, con Fernando Caldas, que desapareció en la localidad de Bertamiráns (A Coruña), cuando portaba una gran cantidad de dinero. El empresario habría recibido un mensaje en su móvil en el que el desaparecido le decía que había sido secuestrado. Sólo denunció los hechos ante la Policía seis horas y media después de recibir el sms. El industrial fue interrogado, pero Marcos Vigo aseguró y presentó pruebas de que aquel día estuvo lejos del lugar donde supuestamente habría desaparecido su amigo. Las sospechas recayeron sobre este hombre, que a sus 32 años regenta una empresa y hace gala de su gusto por coches de alta cilindrada. Una de las incógnitas que la investigación no llegó a a desvelar era porqué el mensaje recibido por Marcos Vigo era idéntico al que llegó al móvil de la hermana del desaparecido.
El esquema seguido en este caso habría sido el mismo que el utilizado con los coches incautados por la Guardia Civil en el registro efectuado en el taller. Este negocio ya habría sido visitado en dos ocasiones anteriores por los agentes. Una de ellas coincidió con la detención de dos funcionarios de Tráfico en febrero del año pasado, momento en el que fue encontrado el coche de la T-4. En aquella ocasión fue desarticulado un grupo dedicado a la realización ilegal de trámites y transferencia de vehículos en la provincia de Pontevedra. El modus operandi consistía en que los dos empresarios implicados, uno de ellos Marcos Vigo, propietario de Talleres Salnés, entregaban la documentación de los coches a los funcionarios para abreviar la tramitación de los expedientes y evitar la presentación de alguno de los documentos exigidos.
El propietario de Talleres del Salnés es un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad y ya ha sido procesado por tráfico de drogas. Marcos Vigo está relacionado con el clan de los Charlines al estar casado con una nieta del patriarca. Además, hace aproximadamente cinco años su nombre saltó a las primeras páginas al confirmarse que fue la última persona que entró en contacto con el empresario Fernando Caldas, desaparecido en la localidad coruñesa de Bertamiráns cuando portaba una gran cantidad de dinero.
Un empresario bajo sospecha
Marcos Vico, propietario del Taller Salnés, de Cambados, vio relacionado, hace cinco años, con Fernando Caldas, que desapareció en la localidad de Bertamiráns (A Coruña), cuando portaba una gran cantidad de dinero. El empresario habría recibido un mensaje en su móvil en el que el desaparecido le decía que había sido secuestrado. Sólo denunció los hechos ante la Policía seis horas y media después de recibir el sms. El industrial fue interrogado, pero Marcos Vigo aseguró y presentó pruebas de que aquel día estuvo lejos del lugar donde supuestamente habría desaparecido su amigo. Las sospechas recayeron sobre este hombre, que a sus 32 años regenta una empresa y hace gala de su gusto por coches de alta cilindrada. Una de las incógnitas que la investigación no llegó a a desvelar era porqué el mensaje recibido por Marcos Vigo era idéntico al que llegó al móvil de la hermana del desaparecido.
