Las mascotas se han convertido en una opción preferente para los regalos de Navidad, pero no son juguetes pues suponen una serie de obligaciones Las protectoras advierten que cada año se abandonan en Galicia más de 10.000 perros.

El regalo de Navidad está en la perrera

Dos cachorros, uno de los regalos más demandados en Navidad, en las instalaciones de una perrera. (Foto: ARCHIVO)
Pocas veces le había dado tantas vueltas al regalo de Reyes de su ahijada.
Miguel tiene información privilegiada de la carta que Lucía le va a escribir a sus majestades y no está tranquilo. 'En nuestra casa quiere que los reyes le traigan un perro, un bulldog francés', explica con cara de circunstancias. 'Al margen de la cuestión económica, porque es una inversión considerable, tengo muchas dudas sobre la conveniencia de regalarle a una niña de nueve años un animal. A mi nunca me han gustado los animales y no entiendo esa pasión que otros sienten, pero tampoco sé hasta que nivel la niña se va a implicar en el cuidado del perro, ni los problemas que puede generar, ni los gastos de mantenimiento que va a traer... Los padres de Lucía, mi hermano y mi cuñada, no se pronuncian y me trasladan la responsabilidad a mi'.

Jamás había pensado que una mascota se iba a cruzar en su vida, pero es así. Y el lío empieza, incluso antes de decidirse a incorporarla a su 'familia'. Como primera medida ha abierto un período de consultas. Y, como era de suponer, la primera fuente consultada ha sido Google. Todas las webs especializadas coinciden en que es una de las razas de moda y, por tanto, su sobrina no está pidiendo un bicho raro.


OBLIGACIONES

'Es un perro muy sociable, vital, juguetón, deportivo, entusiasta. Especialmente afectuoso con su dueño y los niños. Por lo que podemos considerarlo un perro apto para la vida familiar, debemos procurarle, eso sí, varios paseos diarios en amplias zonas para que pueda dar rienda suelta a toda esa vitalidad y deportividad que atesora', apuntan en uno de los foros consultados por Miguel. 'Busca la compañía de sus dueños y perfectamente puede compartir espacio con otras mascotas en nuestro hogar, ladra poco, ocasionalmente, cuando necesita atención o está alerta, magnífico guardián de casa y del hogar, además, su gran inteligencia hace que sea un perro fácil de educar'.

La visita a esas páginas especializadas en cuestiones caninas le sirvió para comprobar que el perro que Lucía le pide a los Reyes Magos no era una raza nueva para él. 'Me cruzaba con una docena de perros como ese cada noche que salía a dar un paseo marítimo durante las vacaciones', explica. 'Nunca me fijo en los perros, pero es que en verano era imposible no darse cuenta de que turistas y vecinos del pueblo en el que paso el mes de agosto tenían el mismo gusto para las mascotas. Parecía una plaga'.

Con la boca pequeña reconoce que le parece 'un perro feo', pero está dispuesto a respetar el gusto de su ahijada. 'Los padrinos están para eso. Hasta ahora le he cumplido todos los caprichos, pero esta vez tenía que buscar motivos para no regalarle ese perro', explica. 'Y el hecho de que fuese feo, no era un argumento consistente'.

Aconsejado por una compañera de trabajo, buscó el número de la protectora de animales y al otro lado del teléfono encontró un discurso previsible. 'Los animales de compañía se convierten en esta época del año en una opción preferente en los regalos de Navidad, pero hay que tener en cuenta que no son juguetes', le explicó Javier García. 'Cuando se recoge un animal hay que saber que se contrae la obligación de de tenerlos bien atendidos'.

Según los datos que manejan las sociedades protectoras de animales, en Galicia se registran cada año unos catorce mil abandonos de perros. 'Meter un perro en casa implica una serie de obligaciones: vacunarlo, inscribirlo en el registro municipal, ponerle el chip identificativo, pasearlo y atenderlo como le corresponde'. Los problemas llegan, en la mayoría de los casos, cuando el animal crece o ya no es deseado. Lo habitual es que acabe en la calle. Los que lo abandonan se exponen a una sanción superior a los 3.000 euros, pero poco parece importarles. La temporada alta de abandono coincide con las vacaciones estivales, pero en la perrera de Santiago esperan una adopción varios centenares de de perros y gatos en esta época del año. Sus responsables aseguran que hay meses en los que recogen más de una treintena de animales y alertan de que la situación ha empeorado desde que la crisis castiga con más fuerza a las familias gallegas.

'La única buena noticia de los últimos años es que el número de adopciones ha ido aumentando de forma progresiva desde que abrió el refugio', apunta Ana, una de las trabajadoras de las instalaciones de Bando. Colectivos como la Asociación Abeiro también ofrecen la posibilidad de apadrinar animales: el que no puede tenerlos en casa sí puede colaborar en su mantenimiento por una media de 50 euros al año.

Tratándose del regalo para su sobrina, que había dejado clara su preferencia por un bulldog francés, a Miguel no le convence inicialmente la opción del apadrinamiento y la adopción. El capítulo de consultas se amplía y un encuentro casual con un compañero de gimnasio que paseaba un cachorro lo devuelve a la vía de la adopción. 'Lo sacamos hace un par de meses de la perrera, vacunado, desparasitado y perfectamente identificado con su número de microchip. Según me comentaron allí, son cada vez más los que buscan mascota entre los animales de las perreras municipales'.

El problema es que siempre hay más oferta que demanda. Algunas protectoras han mejorado en los últimos años sus portales de Internet, incorporando fotografías de los animales y toda la información sobre los pasos a seguir para adoptar y atender convenientemente una mascota. La adaptación no suele ser difícil, aunque los animales pueden estar temerosos en las primeras semanas. Lo importante, dicen desde las protectoras, es que las personas sean conscientes de que tener un animal es una responsabilidad y exige pequeños sacrificios.


ANIMALES ABANDONADOS

Las perreras gallegas recogen cada año más de 5.000 animales abandonados en montes, carreteras o a las puertas de las protectoras. Son casi siempre historias de desamparo, que encuentran un final 'relativamente feliz' en la adopción o el apadrinamiento. Los cachorros y los pequeños son los preferidos y, por tanto, los que tienen más posibilidades de tener una nueva oportunidad.

Miguel lo tiene claro. Quiere un perro en adopción. Y quiere que sea un bulldog francés. En las perreras pequeñas no son los que más abundan, pero sus responsables aseguran que los primeros ejemplares comenzaron a llegar en los últimos meses. 'Es algo cíclico. Los perros que se ponen de moda acaban llegando a las protectoras. Muchos que se dejan llevar por esas tendencias no quieren realmente a los animales'. Miguel no quiere meter un perro en su casa, pero quiere que su ahijada lo adopte. Y quiere hacerla partícipe de como esa adopción se ha gestado. Ya ha hecho las gestiones necesarias y espera que los reyes atiendan la petición su sobrina.

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