El operador ferroviario Renfe ha urgido este miércoles a la empresa Talgo a homologar los trenes Avril, con los que la empresa batió ayer su récord de velocidad en las pruebas al alcanzar los 360 kilómetros por hora entre Ourense y Santiago de Compostela, y ha advertido de que la entrega de estos ferrocarriles acumula "20 meses de retraso".
Talgo aseguró ayer que había batido el récord de velocidad en sus pruebas en Galicia durante la jornada con un tren Avril al alcanzar una velocidad de 360 kilómetros por hora entre Ourense y Santiago de Compostela, en una prueba en la red gallega de ancho ibérico.
Fuentes de Renfe han explicado a Efe que celebran "que el proyecto avance" y esperan que este hito "sirva para homologar los trenes" Avril, capaces de ajustar sus ejes al ancho ibérico en Galicia y al ancho de vía europeo entre Ourense y Madrid de la nueva red de alta velocidad ferroviaria, ya que "Talgo sigue sin homologar", apunta.
"Talgo debería haber entregado, tras la revisión inicial del contrato por -la pandemia de- el covid y las revisiones de Renfe, las primeras unidades en enero del 2021. Lleva, a día de hoy, 20 meses de retraso. No hay un problema de fabricación, pues Talgo tiene todos los trenes fabricados. El problema es que no está consiguiendo la homologación", añaden las mismas fuentes.
Renfe subraya que "el proceso de homologación está ligado a la seguridad de la explotación y que, por ello, no es un proceso fácil en un tren completamente nuevo y que circulará a 330 kilómetros por hora en ancho fijo y ancho variable".
"Seguimos esperando a que Talgo nos entregue el calendario definitivo y confiamos en la capacidad de esta empresa para que consiga homologar los trenes y los entregue con urgencia porque es un pedido que hace casi dos años debería estar a pleno rendimiento", concluye el operador ferroviario.
Renfe adjudicó a Talgo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad de los que 15 serán de ancho variable (lo que permite circular por vía convencional y estándar) con una inversión de 786,5 millones de euros.
Hasta ahora, los trenes de ancho variable tienen limitada su velocidad a 220 kilómetros por hora en vías de ancho ibérico, que sube a 250 kilómetros por hora en líneas de ancho internacional, por lo que la entrada en servicio de los nueves trenes supone una importante diferencia.
Las fricciones entre el Gobierno y la Xunta se producen por el retraso en la entrega de los citados 30 trenes, sobre los que Renfe analiza el contrato para determinar posibles penalizaciones.
La entrega de las primeras unidades estaba prevista para enero de 2021, pero la empresa constructora no ha fijado fecha de entrega definitiva.
