Hasta el momento han iniciado los trámites del sufragio rogado 23.422 personas de un censo electoral de 397.284

Tan sólo un 5,8% de los emigrantes gallegos solicitó su derecho al voto

Las temidas consecuencias de la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) a efectos del voto emigrante están comenzando a materializarse. El escaso margen de tiempo que ofrecen los plazos para el voto rogado, unido a otras dificultades como la huelga de correos en Brasil, han logrado que las solicitudes de voto aceptadas hasta el momento, según fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE), sean sólo 23.422. Así, de un censo de residentes ausentes que concede el derecho a emitir el sufragio a un total de 397.284 gallegos residentes en el exterior, únicamente el 5,8 por ciento ha expresado su deseo de votar.
Por provincias, A Coruña ha recibido 8.128 solicitudes; Lugo, 3.619; Ourense, 4.958 y Pontevedra 6.717.
En la última convocatoria autonómica, en el año 2009 y sin la imposición del voto rogado, fueron 76.024 los gallegos que emitieron su sufragio, lo que supuso una participación electoral del 22,6 por ciento.
La cifra de 23.422 se refiere a las solicitudes de voto recibidas a 1 de octubre, según señala el INE, por lo tanto esta cifra podría variar en la próxima semana, aunque de momento no se han producido cambios en la petición de voto. La solicitud es un requisito indispensable para poder recibir las papeletas y la documentación necesaria para votar. Esta cifra, según la experiencia de anteriores comicios (autonómicas del 2011 y generales del 2011, además de las asturianas y andaluzas del 2012), queda mucho más reducida a la hora de votos emitidos. Las razones son varias: muchos de los solicitantes no reciben a tiempo las papeletas para votar, y cuando sí las reciben, no tienen el margen de plazo necesario para poder enviar su voto a tiempo. Un caso a destacar fue el de Canarias, donde de 6.006 solicitudes sólo fueron recibidos 563 votos.
En las elecciones del 2009, los votos de los gallegos recibidos fueron 96.257, de los que válidos fueron 76.024. El reparto fue de 40.712 sufragios para el Partido Socialista; 28.483 para el Partido Popular y 2.848 para el Bloque Nacionalista Galego. En cuanto a las reclamaciones presentadas, fueron un total de 171, de las que 160 fueron aceptadas. De ellas, 107 corresponden a altas, nueve a bajas y otras 53 a modificaciones.

Valoraciones
Así las cosas, la reforma electoral aprobada en el Congreso a principios del pasado año con el establecimiento del voto rogado supondrá una 'caída abrupta' de papeletas emitidas desde la diáspora en las elecciones autonómicas del 21 de octubre si se cumplen los augurios de PPdeG y PSdeG, que trabajan en el exterior para concienciar de la 'importancia' de ejercer este derecho.
El BNG, muy crítico con lo que ve como 'un mercadeo de votos', opta por mantenerse al margen y confía en que el sufragio emigrante 'no sea determinante'.
Tanto el dirigente popular Santiago Camba como la socialista Marisol Soneira han alertado de los efectos 'negativos' del voto rogado en los próximos comicios, en los que están formalmente llamados a votar 397.284 electores gallegos residentes en el exterior. PP y PSOE son partidarios de cambiar la norma y eliminar la necesidad de rogar el voto, tras constatar que la participación en estas autonómicas no superará el ocho por ciento.
Ambos dirigentes coinciden en que diversos factores, como la implicación de la diáspora gallega, situarán la participación por encima de lo ocurrido en las generales y sus cálculos son similares: Camba pronostica que el voto efectivo se situará entre un cinco y un seis por ciento, mientras que Soneira sostiene que en ningún caso superará el ocho por ciento.

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