Una llamada telefónica alertó de que en el cajero había una lata con un cartel que ponía ‘Peligro bomba’

Los Tedax realizan la explosión controlada de un artefacto colocado en un cajero de una sucursal bancaria en Vigo

Un grupo de artificieros tras la explosión controlada del artefacto. (Foto: Salvador Sas)
Efectivos de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) procedieron esta mañana a realizar una explosión controlada de un artefacto que había sido colocado en un cajero de una sucursal bancaria de Caixanova en la ciudad de Vigo.
Según confirmaron fuentes de la investigación, la explosión controlada se realizó en torno a las 9.15 horas de esta mañana, después de que la Policía Nacional recibiese una llamada telefónica para advertir de que, en el cajero automático, había una lata de unas dimensiones de 10 por 15 centímetros con un cartel que decía ‘Peligro bomba’.

Cuando los empleados llegaron esta mañana a la sucursal bancaria ubicada en la calle Aragón, número 128, en la esquina con la calle Redomeira, se encontraron con este artefacto explosivo y dieron la voz de alarma a las fuerzas y cuerpos de seguridad sobre las 8.30 horas de la mañana.

Entonces la Policía se puso en marcha y acordonó toda la zona para proceder a la explosión controlada por parte de los Tedax. La detonación provocó desperfectos en la parte exterior de la oficina bancaria, en los carteles y algunas cristaleras, que resultaron rotas, pero por dentro no se registraron demasiados daños, excepto en las paredes, que quedaron ennegrecidas por la deflagración.

ZONA ACORDONADA

La zona permaneció acordonada hasta las 10.40 horas, cuando la Policía levantó el precinto, se restableció el tráfico en la calle Aragón y se permitió el acceso al garaje por parte de los vecinos. A pocos metros de donde fue colocado el artefacto explosivo hay una escuela infantil que estaba cerrada por las vacaciones escolares.

En el lugar del suceso permanecen agentes de la Policía científica, que toman huellas y fotografías y evalúan los desperfectos ocasionados por la explosión controlada.

Vecinos de la zona explicaron a los medios de comunicación que antes de las 9.00 horas, los agentes les advirtieron de que se metieran en sus casas y cerraran las ventanas. Algunos que estaban durmiendo en esos momentos incluso pensaron que el estruendo de la detonación se debía a la carga de una obra que se realiza en las proximidades, pero cuando se asomaron a las ventanas ya se encontraron con humo y cristales rotos.

CASO EN CANGAS

El pasado jueves 9 de julio, fue incendiado un cajero también de Caixanova, en esa ocasión en el municipio de Cangas (Pontevedra), lo que llevó a desalojar por precaución a una veintena de personas del edificio donde estaba ubicado, pero sin que se registrasen heridos.

En ese caso, para provocar el fuego, que quemó el cajero y parte de la entrada de la sucursal, se empleó gasolina o algún líquido inflamable.

En Cangas existe una oposición vecinal a la construcción del puerto deportivo de Massó, que Caixanova financia, mientras que en este municipio se registró en 2007 la colocación de dos artefactos explosivos que en ese momento fueron vinculados con el grupo independentista Resistencia Galega.

Te puede interesar