INFRAESTRUCTURAS

Un túnel bajo el Meixoeiro en la A-55 evitará el tramo de Mos

photo_camera El kilómetro 10 de la A-55, el punto más negro de la red viaria, desaparecería con la nueva autovía

Fomento aprueba el proyecto de la nueva Vigo-Porriño sin curvas, en el que invertirá 170 millones

El Ministerio de Fomento aprobó el pasado 11 de septiembre la redacción del proyecto de reforma integral de la autovía A-55 en su tramo entre Vigo y Porriño, de 14 kilómetros de longitud, de cara a suprimir sus principales curvas y convertirla en una carretera segura y adecuada para el fuente tráfico que soportar al día, unos 60.000 coches de media.

Fuentes del ministerio señalaron a este diario que se trata de un proceso "ya en marcha y con presupuesto" y que permitirá a medio plazo contar con una autovía que será nueva en buena parte del trazado, en especial las zonas más peligrosas, donde se produce la mayor concentración de accidentes de toda la red viaria estatal, en concreto el kilómetro 10, la curva de Tameiga.

Esta semana, un nuevo informe confirmó que dicho punto negro continúa siendo el que acumula más siniestros al año en toda España, 108 de media, aunque la práctica totalidad de "chapa y pintura", con heridos -164 registrados- en su mayoría leves. No hubo ninguna víctima mortal y sólo se ha constatado una en seis años en 2013, un peatón atropellado en una salida.

Tras la redacción del proyecto del trazado de los 14 kilómetros, dotado con seis millones de euros, Fomento procederá a continuación con el proceso de información pública para la presentación de alegaciones por los interesados, personas individuales, asociaciones o instituciones.



REBAJA DEL PEAJE

En principio, debería resultar un trámite sencillo ante el acuerdo que existe del Concello de Mos, que acepta la remodelación presentada personalmente por la ministra Ana Pastor a la alcaldesa Nidia Arévalo. El portavoz de Fomento indicó a este diario que tras la exposición pública del proyecto de la "nueva" autovía, que debería realizarse este mismo año, se comenzará con la obra, cuyo presupuesto podría superar los 170 millones de euros y que tiene como "punto estrella" la construcción de un túnel bajo el Meixoeiro de varios kilómetros de longitud que evitaría la subida y bajada del Alto de Puxeiros y las curvas de Tameiga, los tramos considerados como más peligrosos.

Según explicó la misma fuente, esta es la idea que se ejecutará una vez terminado el proyecto y sometido a información pública. El plazo, en el mejor de los supuestos, se iría a cuatro o cinco años, probablemente alguno más dada la dificultad que entrañará la ejecución de dicha obra. El portavoz indicó que en paralelo a esta actuación se pondrá en marcha cuanto antes medidas para la Autopista AP-9 en su tramo de Puxeiros a Tui, de muy baja ocupación, para fomentar su uso mediante rebajas sustanciales en el peaje en "horas valle" por concretar.

La ministra de Fomento ya anunció a finales de pasado año que bajará el peaje de algunas autopistas en las horas de menos tráfico en 2015. Fomento busca desviar en las franjas horarias que presentan menos usuarios parte del tráfico que registran las vías libres de tasas, fundamentalmente las carreteras nacionales y también en este caso la autovía A-55, que así perdería densidad de tráfico y ganaría en seguridad.

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