La conselleira de Pesca y Asuntos Marítimos, Carmen Gallego, reprobó hoy las hipótesis surgidas en torno a cantidades y pagos exigidos de rescate por parte de los secuestradores del 'Playa Bakio', ya que advirtió de que no conducen a ningún tipo de beneficio para la liberación ni las negociaciones.
Carmen Gallego hizo este reproche tras ser preguntada en una entrevista en la Radio Galega, recogida por Europa Press, por informaciones que apuntan a que los piratas ya han exigido un millón de euros para liberar a los 26 tripulantes, entre los cuales hay ocho gallegos y cinco vascos.
La conselleira consideró que lo más importante en este momento es que la tripulación se encuentra bien y que la actividad diplomática está desplegada en todos los frentes, con la que espera que se llegue a una resolución rápida y satisfactoria.
En concreto, destacó que existe un dispositivo de medios técnicos --en referencia a los aviones y a la fragata 'Mendez Núñez' que se desplaza a la zona-y contactos diplomáticos no sólo con el Gobierno somalí sino con países como Francia y Estados Unidos, que prestan apoyo y colaboración a todo el despliegue que el Gobierno de España realiza.
Por su parte, recordó que, como miembro de la 'célula de seguimiento e información' que preside el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el teniente general Félix Sanz Roldán, traslada toda la información a las familias de la tripulación gallega, con los que hablo todos los días, remarcó.
DESANIMOS.
Mientras tanto, cumplidos cuatro días del secuestro, los ánimos parecen que empiezan a minarse entre la tripulación y los familiares, tal y como se infiere de la conversación que pudo mantener hoy el patrón del 'Playa Bakio', el gallego Amadeo Alvarez, con su familia.
Ahora mismo estmos fatal, muy mal, aquí y allí, admitió su hija, Rosa Alvarez, después de que su padre no ocultase su desánimo cuando habló telefónicamente la mañana con su mujer, Angelines Mariño, a quien reconoció que las cosas no estaban bien y veía mal la situación.
Una interpretación de los acontecimientos que la familia atribuyó a que empiezan a pesar los cuatro días de secuestro, tal y como apuntó una amiga de la familia.